Courtney Mattison (1985) fue criada en la ciudad de San Francisco, pero actualmente vive y trabaja en Los Ángeles, Estados Unidos. Esta artista visual también estudió biología y ha sido reconocida por sus esculturas cerámicas inspiradas en la frágil belleza de los arrecifes de coral. Esto con el objetivo de inspirar al público para conservar y preservar estos ecosistemas que hoy están siendo gravemente afectados por la contaminación marina, la sobrepesca y el cambio climático. La obra genera una interesante reflexión entre el uso del material escogido y la temática central, ya que los unen su delicadeza y la facilidad con que pueden fragmentarse.
En su serie de obras tituladas Our Changing Seas (“Nuestros Océanos Cambiantes”) Courtney ha creado piezas únicas modeladas con dedicación y pulidas con lujo detalle, logrando una gran semejanza a las mismas estructuras de los arrecifes. Éstas destacan por sus vibrantes colores y asertivas formas, relieves y texturas que atrapan tanto por su dinamismo, como también realismo. La obra se apropia del espacio, rompiendo el esquema de la escultura tridimensional, ya que el montaje del coral es a la pared, lo cual hace que el espectador vea, frente a sí mismo, la obra sobresaliendo del plano bidimensional y pueda apreciar los detalles de la composición de cada arrecife.
Utiliza una gran variedad de colores que, a medida que la obra crece, van perdiendo fuerza hasta llegar al color blanco, reflejo de un proceso que hoy se ha acelerado y que afecta a la mayoría de los corales en el mundo llamado “Blanqueamiento de Corales”. Por esta razón que su trabajo es un llamado urgente a la acción, planteando un escenario negativo. Sin embargo también nos da esperanza, ya que como podemos percibir en sus esculturas, hacia el centro de la obra aún se mantienen los corales con vida.
En su declaración de artista (Artist Statement) Courtney afirma:
Como escultora y activista por los océanos, creo que el arte impacta en nuestras emociones y puede llevarnos a valorar el planeta azul en que habitamos, algo que los datos científicos a veces no pueden lograr. Protegemos lo que nos importa, y nos importa lo que conocemos. El arte puede hacernos ver la belleza y la destrucción de los corales, y así inspirarnos a proteger los océanos.
El trabajo de Courtney ha viajado por el mundo y busca incidir en políticas públicas, generando medidas concretas para la conservación de estos ecosistemas. Por esto que también trabaja en alianza a Mission Blue, una iniciativa de Sylvia Earle para inspirar la creación de una red de áreas marinas protegidas alrededor del mundo, las cuales son nuestra única fuente de esperanza frente a este panorama muchas veces desolador. “¿Será que los corales están condenados a desaparecer en el olvido, o vamos a permitir que se recuperen para recuperar su vitalidad?”, pregunta Courtney.