Hoy en día, parece evidente que Chile está cambiando aceleradamente desde una cultura micofóbica (miedo a los hongos) a una micofílica (amor a los hongos). El reino Fungi, del cual los hongos son parte, ha estado fructificando con fuerza en nuestra sociedad durante las últimas décadas. Y esto gracias al valioso trabajo de fundaciones, divulgadores, científicos y enamorados de los hongos a lo largo de todo el país. Estos activistas por los hongos han enaltecido su belleza, particularidades, potencial medicinal y tecnológico, y por sobre todo, su esencial rol en la salud de los bosques.
De hecho, los hongos son aliados estratégicos para la conservación de los ecosistemas. La reciente campaña de las 3F: “Flora, Fauna y Funga”, liderada por Fundación Fungi, se suma a ya diversos festivales de educación ambiental para generar conciencia sobre la importancia ecológica del reino Fungi. En lo que va de este año 2022, los micólogos nos sentimos felices y satisfechos por el fabuloso brote de festivales que se están organizando en Chile para celebrar la funga del país. Entre ellos ya existen 11, los cuales describiremos más abajo. Sin embargo, nos parece interesante hacer una breve revisión de cómo estos festivales tienen también una tradición global, dado que diversos países festejan desde hace años fiestas dedicadas a celebrar a estos curiosos seres.
Festivales de hongos
Históricamente, y a nivel global, un festival de hongos es considerado un festival gastronómico en el que se presentan hongos por sus usos culinarios. Hay numerosos festivales que se celebran anualmente en el mundo, Estados Unidos lleva la delantera en diversidad y antigüedad. Entre los más conocidos de este país está el Telluride Mushroom Festival en Telluride, Colorado, con más de 40 años de realización anual. Este festival ha sentado las bases mundiales para el diálogo en torno a los hongos desde todos los puntos de vista posible: culinario, psicodélico, naturalista, conservación, educación, y tantos más. Telluride Mushroom Festival, expone y hace converger, ese amor y pasión desenfrenada por los hongos. Da espacio a diversas formas de expresión y celebración, como ingeniosos disfraces confeccionadas por los mismos participantes. También están el Mountain Mushroom Festival en Irvine, Kentucky, que cumplió este año su 30va versión, o el Fantastic Forage Mushroom Festival que se realiza en Laconia, New Hampshire.
Por otra parte, existen varias festividades en países de Europa: en Portugal el Festival do Cogumelo da Parreira en el municipio de Chamusca y el Festival do Cogumelo Silarca en el municipio de Beja , con fines culinarios así como educacionales. Irlanda del Norte también celebra el Festival Internacional de Hongos en Killegar, y en Grevena, Grecia, cada año desde el 2003 en la segunda quincena de agosto, se lleva a cabo el Festival de Hongos Panhelénico, el principal evento de celebración de las setas en este país. De hecho, en Grevena se encuentra la sede de la asociación Mushroom Friends of Greece que, entre otras cosas, en cooperación con la Cámara de Grevena y la Universidad Agrícola de Atenas, capacita y certifica recolectores de hongos de todo el país.
Probablemente existen festivales de hongos en muchas otras partes del mundo, pero su difusión es más local. Si bien el objetivo de estos encuentros partió como instancias para disfrutar de manera culinaria los deliciosos hongos comestibles, actualmente muchas de estas instancias, especialmente en Chile, tienen como objetivo celebrar a los hongos y facilitar un espacio para la educación y conservación del reino Fungi. Es tan diversa la audiencia que se fascina con los hongos, que hacer converger en un espacio todas esas intenciones, tiene fantásticos y fúngicos resultados.
Los hongos son misteriosos, tanto para el aficionado como para el investigador dedicado. Hay tanto más por saber sobre el micelio (el verdadero cuerpo del hongo, el cual crece bajo tierra o en la madera de troncos, asemejando una blanca telaraña), que abre una oportunidad transversal de abstracción y creatividad. Son muchos los artistas que median su creatividad a través de los hongos.
Fiestas costumbristas
Muchos de los primeros festivales de hongos en Chile nacen desde una mirada gastronómica. De hecho, este año se celebró la novena Fiesta del Changle en Cañete. Expositores de esta cultura, como recolectores, chefs y productores gourmet fueron convocados en Cañete a participar como expositores del encuentro.
En este contexto, las fiestas costumbristas funcionan como una plataforma de difusión de las costumbres y producción rural y artesanal, creando un espacio de encuentro entre productores, expositores y demás sectores involucrados en turismo, encaminado en la recuperación y conservación de la identidad local ligada a la recolección de hongos. También buscan promover el desarrollo económico local por medio de productos con sello territorial. Este tipo de festivales se caracteriza por seguir un programa de chefs y cocina, música folclórica y en general generar una identidad en torno a los hongos como fuentes alimenticias.
Festivales Fungi en Chile – Neofestivales
El primer festival de hongos de Chile fue el Fungifest: Festival Internacional de los Hongos de Valdivia, el cual comenzó el año 2016 cómo un evento que busca posicionar a Valdivia y la Región de los Ríos como destino internacional de fungiturismo. El evento reúne a recolectores, cultivadores, chefs, artistas, científicos, estudiantes y turistas en torno al reino Fungi, “donde cada año se presenta un personaje y tema inspirado en alguno de los hongos de nuestro territorio. Se realiza durante el mes de mayo en Valdivia, con actividades como: excursiones, cocina en vivo, exposiciones de arte, fungiferia y concursos: Fungifoto, Fungilustracion, Fungicocina y Fungiproductos”, nos comenta con entusiasmo Robert Muñoz, organizador del festival.
Este año, al FungiFest de Valdivia le siguieron tres nuevos festivales: en Temuco, Concepción y Pucón. Todos estos fueron eventos autogestionados y que fructificaron de manera simultánea este 2022. Tal como los carpóforos o esporomas, el cuerpo reproductivo de los hongos, aparece con las condiciones adecuadas, para liberar sus esporas, estos festivales están fructificando de manera espontánea. Las condiciones adecuadas han llegado, y es momento de reproducirse.
Temuco tembló fúngicamente con ricas comidas, música y emprendimientos. Su hongo selecto fue el el gargal (Grifola gargal), hongo estratégico para demostrar el efecto de la pérdida de hábitat, y en particular la pérdida de bosques antiguos en todo el valle central. “Era un hongo que se veía harto en Temuco, es rico y tiene conexión con nuestros orígenes, pero actualmente hay muy poco. Salgo todos los otoños a buscarlo, y no lo he podido encontrar”, nos dice Ariel Garcias, co-organizador del evento. “La idea principal del proyecto es hacer un festival científico con una alta conexión con el arte, así como la naturaleza inspira a los científicos a investigar, también inspira a artistas y fotógrafos, por lo que buscamos eso, de hecho este es el primero, y se viene otro en primavera!” nos cuenta entusiasmado.
Por otra parte, en el cerro Caracol en Concepción, “este año surgió una gratificante jornada con charlas de expertos, conversatorios y cocina en vivo con los mismos hongos recolectados durante las salidas al bosque. Esto se repetirá sin duda el próximo año, con mayor extensión y alcance”, nos cuenta Alejandra Manriquez de Parquemet Cerro Caracol.
En Pucón, también estaba faltando un festival de Reino Fungi. Esto quedó claro con el entusiasmo colectivo de locales y las ciento de personas que viajaron de todo Chile a celebrar el otoño, los bosques y sus hongos. Productores locales de toda la cuenca vinieron a mostrar y comercializar sus productos relacionados con los hongos en un bullicioso mercado fungi. El Museo del Hongo presentó una instalación inmersiva en donde los participantes pudieron explorar multisensorialmente la magia del micelio y sus hifas. Este festival fue una instancia en donde se celebró a través de baile y disfraces por las calles, la flora, la fauna y la funga del territorio. “Hay un boom tan grande de fascinación por los hongos, que vemos clave la misión de educar y potenciar esos entusiasmos”, nos cuenta Miguel Bolt, del equipo Festival Reino Fungi.
Conservación del bosque
La creciente fascinación por los hongos, particularmente su avistamiento y potencial consumo de especies comestibles, conlleva una gran responsabilidad. Justamente por eso es clave generar las instancias educativas y amorosas con el reino fungi. Porque así, podemos aprender de la importancia de realizar colectas respetuosas, entendiendo a los hongos desde su micelio, desde su rol clave en el suelo y bosque. Desarrollar el amor y curiosidad por conocer la funga nos puede ayudar a comunicar la importancia de mantener las estructuras naturales de los bosques, como por ejemplo la importancia de los troncos botados en suelo, o los árboles muertos en pie, los cuales son alimentos para los hongos y generan ecosistemas únicos basados en la descomposición. Este reino también nos enseña lo invaluable que es el sotobosque y la hojarasca para proteger el suelo, la humedad y su biota. Para cuidar y potenciar a los hongos de algún lugar solo debemos mantener la vitalidad del ecosistema en su conjunto, observar y apuntar a la complejidad ecológica del bosque.
Los hongos nos recuerdan que buscarlos, o mejor dicho, dejarse encontrar por ellos, es un juego en la floresta, donde nos ensuciamos con tierra y nos mojamos con la humedad del suelo. Es una búsqueda del tesoro micélico en una dimensión paralela, donde el hongo te encuentra a ti.
«Desarrollar el amor y curiosidad por conocer la funga nos puede ayudar a comunicar la importancia de mantener las estructuras naturales de los bosques, como por ejemplo la importancia de los troncos botados en suelo, o los árboles muertos en pie, los cuales son alimentos para los hongos y generan ecosistemas únicos basados en la descomposición».
Recuerda
- El cuerpo del hongo está siempre ahí, bajo tierra, o en el tronco descompuesto de un árbol, y se llama micelio.
- Las setas, esporoma o callampas “fructiferan” para reproducirse sexualmente. Hacer volar sus esporas cuando encuentren las condiciones adecuadas, especialmente de humedad y temperatura.
- Las callampas (palabra quechua) pueden aparecer durante todo el año, pero sin duda las mejores estaciones en riqueza y abundancia, son el otoño y la primavera.
- Recolecta siempre con canasta para que puedas dispersar las esporas.
- Recolecta el hongo girándolo suavemente y usando tu cuchillo para quitar la tierra antes de colocarlo con cuidado en la canasta.
- No pisotees el suelo del bosque. Recuerda que bajo la hojarasca es donde prolifera el micelio.
- Aprende a identificar las especies comestibles. No toques ni cortes especies que no conoces.
Siempre deja setas (al menos un tercio). Estás necesitan completar sus ciclos reproductivos para continuar su magnífica diversificación genética. - ¡En Chile tenemos trufas! Las trufas son setas que fructifican bajo tierra (hipogeos), muy difíciles de encontrar. No conocemos aún especies comestibles con esta forma de vida.
Puedes consultar las redes de los distintos festivales para mayor información:
FungiFest Valdivia: @fungifest
Festival Reino Fungi Pucón: @festivalreinofungi
Festival Fungi Temuco: @stone.fungus @casa_nave
Festival Fungi Concepción: @parquemetcerrocaracol
Imagen de portada: © J.C. Labarca