Todo desde las aventuras y hallazgos de Alexander von Humboldt, a quien esta autora buscó reconocer y “volver a situarlo en el lugar que le corresponde” en la historia de la humanidad y el ambientalismo. En esos tiempos de mediados del siglo XVIII, los eruditos no conocían las especializaciones o disciplinas aisladas; el conocimiento era transversal a las “áreas” que componen nuestro acercamiento a entender el mundo y la realidad ecosocial. Era una época en que los se sabía un poco de todo: historia, arte, geografía, biología, filosofía, entre otras disciplinas. Llegó el siglo XVIII y las corrientes que prevalecieron, con sus bondades y falencias, instauraron una manera encasillada de acercarse al conocimiento; la ciencia occidental que conocemos hoy.
En primer lugar, “el nuevo mundo” de Humboldt hace referencia a su visión, revolucionaria en el momento, de comprender la naturaleza. Wulf plantea que es la concepción que ha prevalecido hasta hoy. Esta es una red interconectada, un organismo viviente, que sería básicamente la idea actual que tenemos del ecosistema. Además, en momentos en que estos temas estaban resguardados elitistamente en universidades y lugares privados, Humboldt democratizó la ciencia. Lo anterior porque la puso a disposición, en clases y conversaciones abiertas, donde por primera vez obreros, artesanos y mujeres, personas que pocas veces tenían espacios para aprenderlas, pudieron pensar sobre estas cosas.
«A Humboldt siempre se le retrató como un científico, pero no podemos olvidar que también fue un artista».
Andrea Wulf, 2023.
Además de todas las virtudes rescatables del pensador, en cuanto a sus formas, sus expediciones e ideas éticas y políticas, un punto importante por el que aboga la autora, que en este breve relato quiero destacar, es el hecho de que “a Humboldt siempre se lo retrató como un científico, pero no podemos olvidar que también fue un artista”. La investigadora buscó mostrar en su libro que no solo entendía la naturaleza como un científico racional, sino también a nivel visual y emocional.
En su relato, Andrea Wulf enfatizó la importancia que le dió Humboldt a la imaginación, no sólo la razón. Él no estaba sólo interesado –porque bastante interesado estaba– en datos empíricos, sino también en los sentires que vivenciaba en la naturaleza. Decía que “lo que le habla al alma escapa de nuestras medidas”, siendo crítico del exceso de orden y control sobre la naturaleza, que comenzaba a predominar. La pensadora comentaba cómo Humboldt no operaba desde la dicotomía artes/ciencias, que existe actualmente. No comprendía la vida, ni sus expediciones, ni sus investigaciones desde tales divisiones. En este sentido, este pensador fue capaz de hacer enormes puentes entre las dicotomías occidentales, mostrando que es posible y es necesario para comprender nuestro mundo y las problemáticas que le aquejan, algo que deberíamos rescatar hoy. Wulf destacó lo mucho que falta lo pasional, emocional y artístico en la comprensión y acción sobre nuestro mundo. Y, como mencionó, “no se trata de estar en contra de la ciencia, sino de poner en un mismo nivel de importancia lo racional y lo emocional (…) No contraponerlo, como muchas veces se hace”.
Finalmente, pienso que releer la historia y rescatar a quienes no prevalecieron por unos u otros motivos, puede ser un gran destello de potencia de vida y esperanza en el porvenir. Wulf nos muestra cómo es posible abrir espacios de diálogo con aquellos planteamientos, desde un pensador con ideas y prácticas tan relevantes para hoy, que fue relegado por ideas que se impusieron como las correctas o mejores. Sigamos tendiendo puentes entre ideas que parecen nuevas, pero muchas veces estuvieron ahí, aquellas que fueron olvidadas o desplazadas, pero que tenemos el poder de reivindicar y potenciar hoy en día, para que nos ayuden a pensar mundos más vivibles. Como esta, linda y amplia invitación a recordar y poner en práctica algo tan apreciable como romper dicotomías entre arte y naturaleza.
Bibliografía
Wulf, A. (2016). La invención de la naturaleza: el nuevo mundo de Alexander von Humboldt. Taurus.
Cátedra Andrea Wulf Puerto de Ideas. “La invención de la naturaleza de Humboldt».
Imagen de portada: Detalle de un cuadro de Eduard Ender, retratos de Humboldt y Bompland, 1856.