Desde cazar, faenar y cocinar un pescado, hasta ejecutar una expedición con brújulas y mapas, son las actividades que se viven en Kaikén, el Parque Escuela ubicado en la Patagonia Chilena y que es parte de la Fundación Somos Nativos.
Se trata de experiencias educativas de entre 5 a 15 días, en las que jóvenes de diferentes contextos experimentan el aprendizaje de subsistir, habitar y existir lo más simple del hombre. Alimentarse, abrigarse, explorar y expresarse en un entorno de compañerismo, respeto y alegría son algunas de las experiencias que se viven en el Parque Escuela Kaikén, ubicado en las cercanías de Coyhaique, en medio de la Patagonia.
La misión de Nativos es generar experiencias con el objetivo de diluir los defectos que las ciudades proponen, y potenciar lo más positivo de la persona humana. A través de esto, se busca formar líderes positivos que promuevan los valores de la comunidad, la ecología y la cultura, los tres pilares de la fundación.
Esta misión se transmite enseñando la procedencia de los alimentos que se consumen, las formas de utilizarlos y el impacto que generan dentro y fuera de nosotros. Además, se estudian antiguos y nuevos sistemas de exploración como brújula y cartografía, y se conoce la flora, fauna, clima, historia y antepasados del territorio. Se aprende a planificar y levantar un campamento, a comprender las necesidades y a estudiar los recursos que se necesitan para establecerse. También se enseñan modos de expresión como música, escritura y movimiento, además de estar en silencio para conocer los propios límites y aciertos.
Según cuenta su fundador, Cristián Fernández, los cambios que generan estas experiencias se dan luego de entablar una conversación entre la naturaleza y el hombre. “Cuando uno está, por primera vez para algunos, en medio de un bosque, donde la ciudad más cercana está a 190 kilómetros, donde a pie demoras días en llegar a un pueblo, donde no hay señal y estás tú, tu comunidad y el medio natural, ocurre un fuerte cambio que estimula las virtudes inherentes de cada persona”, explica. Creen en el poder transformador de la naturaleza, que -por medio de estas prácticas- permite darse cuenta de lo bello que es el hombre y lo bello que puede ser este mundo. “No buscamos mostrar una belleza ideal, sino que cada uno encuentre su forma de ser bello”, precisa Cristián.
La evolución, desde que nació el proyecto hasta hoy, ha sido muy grande, pero a la vez orgánica. “Partí junto a Rodrigo Matus con la idea de una fundación que promoviera estas experiencias, pero sin nada más que eso. Hoy tenemos un equipo de siete personas, de las que dos están contratadas formalmente. Además, contamos con hectáreas en comodato a 30 años para construir el primer Parque Escuela de Chile; Kaikén”.
VISIÓN DE VIDA
Cristián nació en la Comunidad Ecológica en Peñalolén, y hasta 6º básico vivó en la costa de la Quinta Región, donde estudió en un colegio con menos de 40 alumnos y en variadas ocasiones sus clases fueron en contacto con la naturaleza. Una vez de vuelta en Santiago, fue parte del grupo de Scout de su nuevo colegio por 5 años y luego de eso, participó durante 4 meses de la Escuela de Liderazgo Outdoor NOLS, en los Campos de Hielo Norte. Según comenta, todas estas experiencias le permitieron formar una visión sobre lo que para él es la vida misma; esa riqueza que guarda estar en comunidad, sumergirse en un bosque y que cree que hoy se está perdiendo, y está intentando recuperar por medio de la fundación.
El proceso para elegir a los participantes luego de postular por medio de la página web, está a cargo del equipo de Nativos. Hasta el momento, ya han realizado dos experiencias por las que han pasado más de 45 jóvenes y se están preparando para la próxima experiencia este verano 2017. Una de sus metas para el 2019 es tener Kaikén con su escuela construida, recibir entre 7 y 10 experiencias anuales para impactar a más de 150 personas, y luego seguir creciendo con más lugares. Según comenta Cristián, el Parque Escuela Kaikén es sólo un inicio, ya que la idea es dar la posibilidad a quien quiera a mirarse y mirar de una forma diferente lo que los rodea.