Las esculturas destacan entre el verde de la vegetación por su color blanco y sus particulares formas serpenteadas. Los gatos que rondan los jardines ya han explorado sus recovecos lo suficiente, y también los pájaros, que van a posarse sobre ellas.
Al explorar la muestra, da la sensación de descubrir micromundos dentro de los jardines y especular sobre los estados cambiantes de la materia orgánica que está creciendo al interior de estas estructuras: un diálogo entre la ciudad y el ecosistema. La intención de mostrar la colaboración entre especies, integrando diseño, naturaleza y comunidad, revela una profunda sensibilidad presente en este proyecto hacia las formas de convivencia y cuidado mutuo.

La instalación
Sintropía Urbana es un proyecto que busca la simbiosis entre la tecnología y la naturaleza mediante la instalación de 10 esculturas, confeccionadas de ácido poliláctico, un material que se obtiene a través de la fermentación de almidones vegetales. Este componente se imprime en 3D y una de sus características es que puede ser compostado, es decir, está vinculado directamente a la regeneración de la naturaleza.
El proyecto se originó tras las investigaciones de Antonia Valencia y Tomás Espinosa, ambos diseñadores integrales de la Pontificia Universidad Católica (PUC) y cofundadores del colectivo Habita Nodriza. Ellos indagaron sobre la construcción de entornos urbanos/naturales, frente al desafío moderno de repensar la ciudad: los materiales de construcción de las estructuras que coexisten en el entorno, las formas y los usos.
“El medio escultórico responde a una ciencia proyectual, donde estas esculturas se desarrollan a partir del diseño paramétrico. Estas son ciertas fórmulas que uno va armando y con las cuales se generan figuras. Lo particular es que implementamos data ambiental para formar estos parámetros, que luego conforman las esculturas. Escogimos este método de representación porque calza con nuestra disciplina. Las nuevas tecnologías y la fabricación digital nos permiten trabajar con él y desarrollar investigación sobre el habitar”, explica Tomás.

Las instalaciones cuentan con sensores que captan datos ambientales del suelo, para luego traducirlos en formas orgánicas mediante tecnología paramétrica avanzada. Las estructuras resultantes, crean un vínculo entre el entorno urbano y la naturaleza circundante y potencian procesos como la fotosíntesis, el flujo de agua y la depuración del aire creando un ecosistema urbano interdependiente.
“Además, las esculturas están rellenas con sustrato local que es el primer centímetro de suelo que hay en los mismos jardines del Palacio, que son una suerte del banco de semillas que existe en el propio lugar, entonces sirve para ver si hay germinación o de nuevo especular respecto a interacciones que puedan suceder de las especies”, explica Tomás.
De esta manera, el proyecto invita al usuario a observar las posibles interacciones naturales que puedan estar sucediendo en las esculturas instaladas y su entorno, y, al mismo tiempo, a interpretar y aportar en su evolución, capturando fotografías y compartiéndolas a través de la plataforma web del proyecto. El principio rector de esta intervención, dice Tomás Espinosa, es ver la naturaleza como el máximo referente a la hora de generar sistemas sociales, sistemas constructivos, sistemas urbanos. “Es la más eficiente”, refuerza.
Para darle un cierre de ciclo al proceso, al finalizar la exposición las esculturas serán compostadas en el Centro de Educación Ambiental del Parque O´higgins. “Nos interesa que se puedan devolver a la tierra finalmente”, explica Tomás.
Sobre el colectivo
Habita Nodriza es un nodo tecnológico orgánico que desde 2022 desarrolla propuestas de objetos y paisajes en busca de un ecosistema saludable y biodiverso en la intersección del diseño, el arte y la tecnología. Nació con la idea de que crear un hábitat puede ser un acto consciente, empático, ecológico y resiliente, donde las creaciones no solo sirvan a la humanidad, sino que también funcionan como hábitats para otras especies.
¿Cuándo y en qué horarios se puede visitar?
Es posible visitar la exposición hasta el 15 de noviembre 2025, en los jardines del Palacio Cousiño. El horario de visita es de lunes a viernes, entre las 09:30 y las 13:00 horas en la mañana, y de 14:30 a 17:00 horas en la tarde. La entrada a los jardines es gratuita.
Este proyecto fue financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, FONDART de Creación Artística, 2024.
Imagen de Portada: ©Rosario Figueroa