Salvar al oso de anteojos de la extinción fue lo que motivó a Armando Castellanos a formar la Fundación Oso Andino. A través de estudios científicos, reintroducción de osos, actividades de educación ambiental y desarrollo comunitario, esta fundación busca proteger a éste y otros animales que viven en los páramos del Parque Nacional Cayambe Coca y la Reserva Ecológica Antisana, en Ecuador.
Desde 1995 que Armando estudia a esta especie, formalizándolo el 2001 con la Fundación Oso Andino, como una forma de reunir fondos en países de Norteamérica y resto del mundo para proteger al Oso Andino y otras especies menos carismáticas, pero que comparten el hábitat con estos animales.
¿Cuánta información existía sobre esta especie antes de su trabajo?
Cuando inicié el proyecto de osos en 1995, había muy poca información sobre osos. Nos tocó ir aprendiendo en el camino. Ahora hay más información, más biólogos trabajando, y estamos muy orgullosos de tener muchísima información genética de ellos, no sólo de Ecuador, sino que de toda la distribución.
Tenemos entendido que monitorean a los osos mediante observación directa y telemetría radial y satelital. ¿Nos podrías contar más sobre el trabajo de observación que realizan?
La observación directa la hacemos cuando monitoreamos animales que están usando collares de radio o satelitales. A los que están sin collar, los podemos observar y fotografiar. También tenemos ayuda de turistas, biólogos y guarda parques, que nos envían fotografías de osos sin collar.
¿De qué forma están educando a la sociedad sobre el cuidado de esta especie?
Las redes sociales no están ayudando muchísimo. Yo publico todos los días algo sobre mi trabajo. También tengo muy buenos amigos que me han permitido compartir sus fotografías y sensibilizar y educar a la gente sobre cómo conservar y proteger a los animales y áreas naturales. También hemos hecho grabaciones con BBC, National Geographic y Animal Planet, que permite que la gente vea lo que hacemos.
¿Cómo es el trabajo que realizan con las comunidades aledañas?
Por medio de acuerdos de compensación por los daños que provocan los osos en ellas. Estos animales depredan ganado, por lo que se paga y se reponen con terneros, materiales de construcción y algo que equipare el valor de lo que han perdido.
Además de la amenazante desaparición de los bosques nublados de Los Andes, donde viven estos osos y el conflicto oso-humano, ¿a qué otras amenazas se enfrentan esta especie?
No sólo los bosques nublados, también son los páramos. Una de las amenazas es la quema de bosques y páramos en las épocas secas. Otro de los problemas es la expansión humana: hay más pueblos asentándose en páramos y bosques nublados que compiten con el espacio del oso. Además, las hidroeléctricas, los acueductos y represas. No hay que olvidar la transmisión de enfermedades de parte de animales domésticos a silvestres y viceversa.
¿Cuál crees que ha sido el mayor aporte de la ONG?
Devolver a la naturaleza sus hijos que fueron raptados de lugares de los cuales nunca debieron haber sido tomados. Mi primer trabajo con los osos fue de reintroducción, luego vino el estudio de los osos silvestres.
¿El financiamiento de la ONG ha sido un problema? En el caso que sí, ¿cómo lo han enfrentado?
Los fondos han sido nuestro mayor dolor de cabeza, y lo solventamos con un programa de voluntariado que sostuvo el proyecto por un largo tiempo. Ahora no lo tenemos, entonces estamos tratando de manejar un proyecto de ecoturismo o turismo científico, para poder mantener el proyecto en el Parque Nacional Cayambe Coca.
¿Qué instituciones los apoyan y de qué forma lo hacen?
Son muchas las instituciones que nos han apoyado desde 1995. La mayoría lo hace con equipos y fondos para comprar collares, medicinas, darnos lo que necesitamos. Lastimosamente, no lo hacen con salarios, por lo que estamos buscando otras formas de financiamiento.
¿Cómo se proyectan en el tiempo y con qué sueñan?
Los proyectos han ido cambiando con el tiempo. Ahora se llama Grandes Mamíferos del Parque Cayambe Coca, porque se han ido añadiendo otras especies. Así se han unido biólogos y profesionales para estudiar otras especies.