El colonialismo en Abya Yala —así como todo lugar del mundo al que ha llegado— no ha significado solamente la imposición de un modo de hacer, sino más importantemente de un modo de pensar. Palabras como “progreso”, “pobreza” y “desarrollo”, han sido implantadas en los imaginarios colectivos, generando un sistema de creencias desde dónde hemos movido el mundo durante las últimas generaciones, moldeándolo hasta que asemejara lo que tenemos hoy. Y ¿con qué nos encontramos? Hoy atravesamos tiempos de crisis y cambios, tiempos donde se ha vuelto menester detenerse a mirar cuales son las consecuencias de tal paradigma que nos ha estado guiando, y de reflexionar profundamente buscando alternativas que serán —esperamos— más amorosas con la naturaleza y con nosotros mismos.
Desde esta lugar, ha ido brotando y tomando fuerza formas que parecían estar enterradas, mas solo estaban germinando en la oscuridad, custodiados por quienes fielmente siguieron transmitiendo sus conocimientos de generación en generación. En todo el mundo, los distintos pueblos originarios toman protagonismo, desde Elisa Loncón presidiendo la convención constituyente como mujer Mapuche en Chile, pasando por las protestas masivas en Canada por el trágico descubrimiento de los cuerpos de cientos de niños y niñas sin identificar en antiguas escuelas residenciales (a las cuales la asistencia era forzada), hasta la movilización nacional de las organizaciones indígenas en Brasil con la consigna “Lucha por la vida” coordinadas por la Articulación de Pueblos Indígenas de Brazil (APIB) cansados de la violencia, del asedio de sus territorios y la invisibilización de sus formas.
En una era de crisis climática y paradigmática, antiguas cosmovisiones que concibieron una relación más armoniosa con el planeta comienzan a masificarse. Donde el humano es parte de la naturaleza, así como el resto de los seres que componen la biodiversidad, valiéndose de ella, pero sin ser su dueño, amo y señor. Para esta oportunidad, Endémico Web preparó un compilado de tres documentales recomendados para acercarnos al mundo indígena desde lo profundo, a sus contextos y a sus conocimientos.
El cortometraje fue realizado por niños/as participantes del sexto Taller de Producción Cinematográfica de la Escuela de Cine y Comunicación Mapuche del Aylla Rewe Budi. © Lafken ñi az
Lafken ñi az: el mar entrega sus conocimientos.
De la Escuela de cine y comunicación mapuche de Aylla Rewe Budi, nace Lafken ñi az, un cortometraje que nos lleva a acercarnos a la dimensión del mar en la cosmovisión mapuche lafkenche. El az representa las normas del mundo natural, el buen orden de todo lo que existe y que está relacionado íntimamente entre sí conformando una sola estructura. El mensaje, es que debemos observar el az para adquirir el conocimiento que nos permita convivir dentro de su armonía. La narración del film se realiza en mapudungun, siguiendo los distintos colores que se hacen presentes en el territorio. Cada color trae información, tangible e intangible, que habla de las fuerzas de la naturaleza, y a su vez, se articula con el mar, el lafken, el gran proveedor. El mar es medicina, es fuerza, entrega alimentos y limpia las energías; está al centro de esta cultura que vive desde hace cientos de generaciones en armonía con sus orillas.
En una era de crisis climática y paradigmática, antiguas cosmovisiones que concibieron una relación más armoniosa con el planeta comienzan a masificarse.
Es un documental sencillo, pero de una gran valor en su densidad simbólica. Lo atraviesa una belleza nostálgica, que nos lleva hacia el pasado para luego situarnos en el presente, comprobando que pese a toda la presión del mundo moderno, estas cosmovisiones se mantienen vivas, fuertes y relevantes. No es casual que los narradores principales sean dos ancianos y dos niñas: los sentires y costumbres se han traspasado, y el habitar de un territorio que es tierra y mar que se proyecta hacia el futuro.
Este cortometraje busca acercar al espectador a la cosmovisión lafkenche en torno al mar © Lafken ñi az
Hija de la Laguna
Dirigida por Ernesto Cabellos Damian y estrenada el año 2015, Hija de la Laguna es un imperdible, ya que su narración es de una sensibilidad y sutileza magistral, que le significaron el premio de Mejor Documental en el Festival Internacional de Cine de los Países del Sur del Mundo. “Agua sí oro no” claman las consignas de los campesinos en Lima cuando bajan de la montaña de Cajamarca para proteger sus fuentes de agua del avance minero. Esta es una de las 3 historias que sigue el largometraje, y específicamente la de Nélida Ayay Chilón, una mujer que lucha contra sus miedos y su incomodidad de vivir en la ciudad para formarse como abogada, y defender los derechos de Máxima Acuña, quien se niega a abandonar sus tierras, pese a la insistencia de la corporación Yanacocha. La segunda historia, es como si fuera un espejismo del posible futuro de Cajamarca, se trata del pueblo minero de El Totoral en Bolivia, donde los campesinos cambiaron su forma de vida tradicional por las picotas del “progreso”, y hoy desesperan ante el desabastecimiento de agua que ha comenzado a hacerse presente. La tercera historia es la de Bibi van der Velden, una joyera holandesa enamorada de la nobleza del oro y de su simbolismo, mas quien está a punto de emprender un viaje que le mostrará los costos reales de la materia prima que trabaja.
La película Hija de la laguna se puede ver en el siguiente enlace © Hija de la laguna
Hija de la Laguna hila su relato mediante una cámara que observa con precisión y en silencio, permitiendo desenvolver las historias que nos muestran lo interconectados que estamos realmente debido a los sistemas de producción y distribución de los recursos naturales. En ese sentido, el documental nos deja con la pregunta fundamental por nuestra responsabilidad en el mundo, que se materializa en cada una de nuestras decisiones.
Los Dueños de la Selva en Peligro
En la remanente espesura de la selva de Araribóia habitan los Awá Guajá, un pueblo indígena que se ha aislado para evitar todo contacto. Su pueblo hermano, los Guajajara, sostienen la resistencia contra madereros, cazadores y narcotraficantes, en las fronteras que han sido abiertas a través de la selva. Ante la desprotección del gobierno que tiene la obligación de proteger la tierra indígenas, y la desesperanza que invade tras cientos de años de depredación de su ecosistema, los Guajajara insisten en su lucha ya que saben no es solo para ellos, sino también por los Awá Guajá, a quienes ven como más vulnerables, por un lado, y a la vez, simbolizan esa conexión e intimidad absoluta con la selva que vivieron sus antepasados, y que debe seguir existiendo.
Los Dueños de la Selva en Peligro es de realización Guajajara, y los directores Flay Guajajara, Edivan dos Santos Guajajara, Erisvan Bone Guajajara pertenecen a este pueblo. Araribóia está ubicada al norte de Brazil en Maranhão, y es la misma selva que protagonizó los aterradores incendios forestales del 2015, donde se consumieron 220 mil hectáreas en dos meses. Esto significó para los indígenas la pérdida del 53% de su territorio ancestral, por lo que la protección de lo restante es un asunto de vida o muerte para la identidad de ambos pueblos.
EL documental habla sobre los peligros de la explotación de la selva amazónica © Los Dueños de la Selva en Peligro
Imagen de portada: Fotograma del premiado documental peruano «Hija de la laguna» (2015) © Hija de la laguna