Nudos y redes en la Quebrada de Ramón: construir territorio desde el cohabitar

En un avanzar colectivo, personas naturales, y organizaciones de la sociedad civil, nos hemos conformado como organización de defensa de la Quebrada de Ramón, estrechando el vínculo existente entre comunidad, ciencia, y saber popular. El objetivo es incentivar y dar paso a la participación, pero sobre todo la conciencia de que formamos parte del paisaje que cohabitamos, y por ello tenemos una responsabilidad que nos compete a todas las comunidades sobre los diferentes Territorios.
El paisaje tiene una conexión directa con la cultura. ©Defensaquebradaramon

Estos factores, definidos desde la geografía crítica, plantean al Territorio como un mediador espacial, literalmente, de toda la vida social (Di Méo, 1999). Ante eso, se debe también considerar que el Territorio no es solamente un componente social; en el que cohabitamos y coexistimos. Visto desde una mirada Biogeográfica, compartimos el espacio con miles de otras comunidades de Flora, Fauna y Funga; en este sentido, creemos y apuntamos a una sustentabilidad territorial es su más amplio y buen sentido (Ayala Mosquera, 2023).

El Territorio también se conforma, y comporta, como un espacio social y vivido, con una dimensión política e ideológica (Raffestein, 1991).  La territorialidad, a su vez, opera a través de acciones sobre el territorio; acción y reacción frente al poder, cargadas de intencionalidades de sujetos, e instituciones que desean gestionarlo (Haesbaert, 2013). 

Desde este enfoque, cualquier fragmento del territorio configura un paisaje, desde una mirada de la ciencia geográfica, es una categoría de análisis espacial, desde donde se puede comprender las relaciones e interrelaciones entre la especie humana y su medio ambiente, considerando, la sensible relación del ser humano en oposición a las diferentes expresiones de la naturaleza (Berque, 2012). Para autores como Berque (2012) el paisaje tiene una conexión directa con la cultura, a partir de cómo en los diferentes espacios, sitios y/o territorios geográficos, se crean, se manifiestan, se perciben y articulan variados modos de ocupación de los diferentes entornos naturales en la Tierra. 

El paisaje tiene una conexión directa con la cultura, a partir de cómo en los diferentes espacios, sitios y/o territorios geográficos, se crean, se manifiestan, se perciben. ©Shane Rounce

Protección del patrimonio histórico y la biodiversidad

La Quebrada de Ramón está inmersa en lo que se conoce como el tramo “Entre Ríos” de la R.M –lo que contempla la zona existente entre los ríos Mapocho y Maipo– la cual es una zona de gran diversidad, considerada dentro de las prioridades de conservación (Myers, et al., 2000). Ante esto, es de vital importancia su protección y cuidado, esto producto y debido a los altos niveles de endemismo presentes en la zona, contrarrestado por la gran presión de origen antrópico, el uso acelerado de nuevo suelo urbano y el empuje inmobiliario en el lugar (Arroyo et al., 2004). La biodiversidad de los ecosistemas donde se localiza el sitio geográfico Quebrada de Ramón se encuentra seriamente amenazada, sobre todo por la rápida expansión urbana hacia sus zonas periféricas. Las características existentes en Quebrada de Ramón, sólo en términos de biodiversidad, parecen y resultan coherentes con los criterios bajo los cuales la zona central de Chile, y específicamente la precordillera de Santiago el año 2005 fue declarada sitio de interés prioritario para la conservación de la biodiversidad a nivel mundial –Hotspot– presentando elevados niveles de diversidad de especies y que a la vez son endémicas y propias de la zona central de Chile.

La precordillera de Santiago fue declarada sitio de interés prioritario para la conservación de la biodiversidad a nivel mundial. ©Infogranja
Bollén, un árbol endémico de Chile, presente en la precordillera. ©Eric in SF

Por otro lado, y no menos importante, es que, en términos culturales, arqueológicos y paleontológicos, el sitio geográfico Quebrada de Ramón es una gran unidad de análisis a comprender e investigar. Por ende, también, es importante preservarla, cuidarla y administrarla. Las huellas arqueológicas, tangibles hoy en la actualidad, son restos del periodo incaico en Chile: conocido como el periodo del Tahuantinsuyo (1410 a 1541 d.C.). Hoy en día, en forma de pircas y cimientos, se encuentran los restos de lo que en su tiempo fueron adoratorios al agua, refugios y viviendas , presentes en la parte media y alta de la Quebrada de Ramón. Estas construcciones responden y dan información de la ocupación y sacralización de la totalidad de la superficie del lugar por parte del Imperio Inca en su asentamiento en la zona central de Chile (Stehberg, et al., 2017). Específicamente, en el sitio de Quebrada de Ramón, existen dos sitios arqueológicos de origen Incaico; estudiados, documentados y registrados; los que corresponden a Quebrada de Ramón 1 y Lo Barnechea 23 (Stehberg, et al., 2017), situados en la parte media y alta cumbre respectivamente. 

Por otro lado, y en la misma idea a lo anterior, en el año 2006 fueron encontrados restos fósiles, específicamente una parte del fémur, de un Stegomastodon del orden de alrededor de unos 15 mil años de antigüedad cercano a los 900 metros de altura en lo que es la parte inicial del sitio geográfico Quebrada de Ramón. También, fueron encontrados restos de una extremidad delantera de una Paleolama –conocida también como guanaco gigante– el cuál convivió en la misma zona donde fue encontrado el Stegomastodon. Estos hallazgos nos detallan e indican cómo era el medio ambiente y ecosistema en esta zona hace unos 10 mil o 15 mil años. Estas características, antes señaladas, de lo que contiene y representa el sitio geográfico de la Quebrada de Ramón, significan no sólo para la comunidad aledaña, sino que, a nivel general, un sitio prioritario que necesita y requiere un manejo eficaz y pertinente; una gobernanza integrada desde la comunidad para preservarla en todo ámbito.

El territorio es un mediador espacial de toda la vida social. ©Defensaquebradaramon

Por ello, nuestra historia como organización ciudadana en defensa de la Quebrada de Ramón , parte cuando nos enteramos de un proyecto, encargado por el Ministerio de Obras Públicas, que tiene como principal objetivo, evitar y/o contrarrestar los riesgos hacia la población aledaña a la zona, producidos por los eventos aluvionales debido a inundaciones por desbordes del estero de Ramón. El mencionado proyecto, contempla un periodo de duración de 8 a 10 años, y la construcción de conjunto de siete retenedores –fosas de 20 metros de profundidad– para el control y mejor augurio de los eventos aluvionales y crecidas líquidas a futuro; comprendiendo un total de 16,5 hectáreas a intervenir, emplazado en los límites de la comuna de Las Condes y La Reina. Seis de esos contenedores, se ubicarían en la ribera sur del canal de Ramón.

Entre las afectaciones que este proyecto implicaría, la organización ha dado cuenta de una serie de impactos que contemplan diversas dimensiones, las que, pensamos, deberían ser abordadas mediante una propuesta que opte por soluciones basadas en la naturaleza, viendo al territorio en todos sus aspectos; como un conjunto, con un manejo integral y ecosostenible de toda la hoya hidrográfica, o más bien, de la cuenca, del sitio geográfico de Quebrada de Ramón. Esta posición, se basa en la idea de que la naturaleza y la sociedad son una unidad, declarada, como establece Naess (1984) el valor intrínseco de la vida, y la igualdad entre todas las formas de vida natural. El planteamiento del proyecto antes mencionado, se hace en gran medida con herramientas obsoletas y segregadoras, con nula conciencia del impacto ambiental que puede generar, poniendo en riesgo la riqueza biológica, ecosistémica e histórica del lugar.

Vista desde el sitio arqueológico Quebrada de Ramón 1. Se puede distinguir como las murallas han sido parcialmente destruidas. © Andesjournal

No obstante a ello, según diversos estudios, la Quebrada de Ramón tiene la capacidad de acumular un gran volumen de agua y sedimentos, pero no cuenta con obras de mitigación que contrarresten esta amenaza latente. Esto implica un peligro para la ciudad y sus habitantes (Moris, 2022). Ante ello existen diversas soluciones probables, más acordes con lo que es el territorio y las distintas características de esta zona. Por eso, ciertamente nos preocupa la afectación al medio físico, como el daño al ecosistema terrestre, el paisaje, y el uso del territorio, pero de igual manera el patrimonio cultural, y el medio humano. Compartimos la idea que, en el caso de los desastres naturales, sus orígenes no son naturales, sino que son socio-construidos, y en este sentido denunciamos que el riesgo de aluviones se ha incrementado ante la pérdida de forestación en la zona, la expansión urbana depredadora, construcción de calles y edificios en el piedemonte. 

Como lo vemos a diario, el espacio urbano y su expansión, está supeditada al interés económico, especulativo, y del capital, que no responde a las verdaderas demandas de las comunidades. De esta forma, nos oponemos, a estos y otros proyectos que dañen de forma irreversible los ecosistemas naturales, puesto que insistimos, hay evidencia internacional y nacional suficiente de los beneficios de las soluciones basadas en la naturaleza. Por lo pronto, seguimos construyendo territorio a través de superficies, nudos, y redes, como la quebrada misma, que aún respira.

©Antonio M.

Bibliografía

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Brooks, C.G. Mittermeier, J. Lamoreux, G.A.B. da Fonseca, eds.), “Hotspots Revisted: Earth’s Biologically Wealthiest and most Threatened Ecosystems”, pp. 99-103. CEMEX, México D.F

Ayala Mosquera, H. J. (2023). Chocó biogeográfico colombiano: entre el extractivismo, las carencias y el desafío hacia la sustentabilidad territorial. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 7(1), 8080-8099.

Berque, A. (2012). Paisagem-marca, paisagem-matriz: elementos da problemática para uma geografía cultural”. In Z. Lobato- Correa, Roberto; Rosenthal (Ed.), Geografía Cultural: uma antología, volume 1 (1st ed., pp. 239-244). Rio de Janeiro.

Di Meo, Guy. (1998). Géographie sociale et territoires, Nathan, París.
Haesbaert, Rogério. (2013). Del mito de la desterritorialización a la multiterritorialidad. Cultura y representaciones sociales, 8(15), 9-42.

Myers, N., Mittermeier, R. A., Mittermeier, C. G., Da Fonseca, G. A., & Kent, J. (2000). Biodiversity hotspots for conservation priorities. Nature, 403(6772), 853-858.

Raffestin, Claude. (1991). Por una geografía del poder. Universidad de Michoacán, Michoacán.

Stehberg R., Gatica C. y Torrijos F. (2017). Habitantes del Mapocho sacralizan Quebrada de Ramón durante el período Tawantinsuyu. En: Estudios de arqueología, historia, filosofía y ciencias sociales en homenaje a Mario Orellana Rodríguez (60 años de vida académica y científica). Universidad Católica del Norte. Pp. 109-172.

©Andres Valdes