«Multiversos»: un viaje oscuro y abstracto a la naturaleza del fotógrafo Nicolas Amaro

En una cultura digital donde la demanda del perfeccionismo en la toma de imágenes ha llegado al punto en que la inteligencia artificial ha tenido que eliminar objetos, cambiar su forma y sacar totalmente la identidad original de la toma, el fotógrafo Nicolas Amaro, derriba todo eso con espontaneidad.

Nicolas ha trabajado con la fotografía desde su época universitaria, en 2002, pero no fue hasta 2010 en donde empezó a aventurarse en lo abstracto. Así, profundizó  en el blanco y negro, y en la exploración de la naturaleza. Este año expuso una serie de fotografías en Galería Animal, llamada “Multiversos”. Se trató de una colección de imágenes de gran simpleza, teniendo de compañeros de ruta al instinto, aleatoriedad, imaginación y el error, para así lograr imágenes y códigos difusos y con atributos casi inidentificables. El artista se preocupó de no alterar en demasía los tonos, buscando el constante equilibrio y alejándose de los cánones estructurales de la naturaleza.

La curadora Carolina Castro Jorquera dice que esta exposición “Multiversos” es un ensayo material y experimental que contiene 12 series de fotografías que exploran la riqueza y diversidad del mundo natural a través de la oscuridad, lo que embarca a un viaje del ecosistema más complejo, diferente y desafiante de interpretar, tanto por su belleza como por su falta de identificación. 

©Nicolas Amaro

¿Cómo nació Multiversos?

Yo creo que, como muchos trabajos que se han hecho últimamente, está influido por el marco de la pandemia. De dos maneras, primero porque por coincidencia yo me fui a vivir al sur justo unos meses antes de la pandemia. Todo el trabajo en las imágenes que conformaron la exposición, son tomadas aproximadamente a medio kilómetro de mi casa y eso influyó bastante.

Lo segundo fue debido a que este encierro me provocó concentración y enfoque. Yo las veo como una síntesis de preguntas tanto plásticas como teóricas que me vengo haciendo desde siempre.Yo venía haciendo proyectos documentales en este formato híbrido-abstracto en Tolten y seguir con esta línea en Multiversos, es continuar con la práctica de la reflexión y de la experiencia más personal. Esta exposición, entonces, se originó desde cuestionamientos como el “¿qué es naturaleza?, ¿cómo conocemos y por qué vemos como vemos?”. Desentrañar esto desafiaría la percepción de lo aparentemente real y nuestra memoria de lo que asumimos como reconocible.

©Nicolas Amaro

¿Cómo fue el trabajo durante y posterior al resultado?

Fue interesante, porque apareció la oportunidad de una alianza con Epson Latinoamérica y ellos me propusieron que yo probara imprimir en distintos sustratos. Yo podía tomarme la libertad de imprimir en cualquier cosa plana y elegí el trovicel, porque me dejaba la imagen en blanco sobre negro y debido a que es un material resistente y semi rígido.

El proceso de la técnica de impresión nos exigió irnos hacia una imagen más parecida al grabado por lo contrastada, por eso mismo se puede notar pequeños relieves. La exigencia de ese tipo de impresión nos obligó a ir puliendo el archivo y llevarlo a algo más de contraste y menos de tonos grises, lo que ayudó a lo abstracto y que me pareció que incluso era más coherente con lo que estaba buscando. Además, siendo día o noche, lo que hago es oscurecer la pantalla LCD, lo que le da un valor agregado.

©Nicolas Amaro

¿Qué tal fue tu experiencia al trabajar con una curadora?

Fue un trabajo en conjunto muy especial. Conocí a Carolina Castro Jorquera formalmente en Curacautín en junio del 2021, en una residencia de arte llamada Valley of the Possible, donde era curadora invitada. Dentro del programa ella se tomó tiempo para revisar los proyectos de cada uno y ahí tuvimos afinidad y nos planteamos trabajar juntos. Empezamos a buscar la instancia hasta que apareció la oportunidad en la exposición de Multiversos

Desde el principio ella me aportó su visión sobre el proyecto, que me pareció bastante iluminadora e interesante. Fuimos dialogando, revisando imágenes, seleccionando y empezando a construir un texto que representara la exposición. Fue un rol súper importante en el proceso de montaje y definir bien esa estrategia, para darle la mejor presentación a quienes la visitaron. Entonces, son un montón de pequeñas decisiones que se hacen y que pulen el trabajo.

¿Cómo interpretas la recepción de las personas hacia tus fotografías?

Fue bonita la exposición, sobre todo el día de la presentación. Se ha prestado para una especie de juego de interpretaciones en que hay dos posturas, hay gente que quiere saber qué es en realidad lo que se ve y hay otros que se permiten adivinar libremente. 

En ambos casos me parece muy entretenido, ya que se muestra a medias. No se trataba  de presentar algo totalmente abstracto y abierto a cualquier interpretación, sino que había ciertos elementos que indican ciertos contextos o posibilidades.

Todas estas fotografías tienen como nombre “Verso” con su respectivo número, aunque en un momento empecé a darle nombres según las sensaciones que a mí me daban cada foto, pero me pareció que iba a condicionar la sensación que le diera a otro. Los nombres actuales enfatizan a la invitación y diversidad que quiero hacer con la exposición.

©Nicolas Amaro
©Nicolas Amaro

¿Cuál fue el desafío de  hacer este tipo de fotografía?

El desafío es la misma razón por la que me gusta hacer imágenes abstractas. Generalmente parto haciéndolas sin saber qué va a resultar. Hay varias fotos que son a la luz de la luna en el río, un flash disparado o a la oscuridad completa y a pesar de sacarlas sucesivamente, no es hasta que las veo en el computador en donde veo algo. Esta es una forma de estar preguntándole como al azar o al negro, qué está pasando ahí y es desafiante porque es cansador hacer el ejercicio de separarme de un objetivo que yo tenga a priori.

También fue retador al momento de la impresión, porque no estaba muy claro de cómo iba a salir con el sustrato, cómo iba a ser el proceso y resultado. Fue arriesgado tomar esta decisión un mes antes de la exposición, ya que los tiempos eran muy apretados y no tenía muchas posibilidades de equivocarme, pero resultó finalmente como el proceso fotográfico.

Es interesante y un desafío ejemplificar nuestra posición con la naturaleza y eso quería demostrar. Así que para crear Multiversos he tenido que tomar decisiones a partir de la intuición y me he dado cuenta de que si uno quiere ver cosas nuevas, tiene que aplicar actitudes nuevas. Yo recorría el bosque desde una actitud de sorpresa y asombro bajo la convicción de que en realidad desconocemos la mayoría de lo que se presenta como naturaleza. Este posible acercamiento me abrió otras maneras de ver caminos posibles, ya que salí de la concepción a la que estaba acostumbrado. Aprendí a mirar de nuevo.

Nicolas ve a las exposiciones como hitos y si bien ya culminó recientemente su presencia en la Galería Animal, este solo es el principio de una serie de reflexiones que está dispuesto a explorar. El artista invita desde ya, a apreciar la complejidad y heterogeneidad del mundo natural.

Conoce el trabajo de Nicolás Amaro aquí.