¿Haz escuchado hablar alguna vez de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt? Esta se compone de tres islas, Chañaral, Damas y Choros. La primera de las tres se encuentra en la Región de Atacama, mientras las otras dos están en la Región de Coquimbo, frente a una comunidad que desarrolla su vida en torno a la actividad marítima. Estamos hablando de Punta de Choros.
Antes de llegar a este poblado, por supuesto, hay otras comunidades, como Chungungo, Caleta Los Hornos, Los Choros, entre otros, y todos ellos en su conjunto componen la comuna de La Higuera. Es en este espacio que entre agosto del 2012 y enero del 2015, se comenzó a gestar un proyecto minero-portuario. Por una parte, el Puerto Cruz Grande, presentado por la Compañía Minera del Pacífico S.A.(CMP) y, por otro, la minera Dominga, perteneciente a la compañía Andes Iron.
Esta zona es altamente sensible a este tipo de proyectos, porque es allí donde se encuentran dos reservas marinas (Reserva Marina Islas Choros y Damas y la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt). Estas conforman en conjunto la primera zona protegida en el mundo para el Pingüino de Humboldt (spheniscus humboldti), especie en estado vulnerable, con alto riesgo de pasar a peligro de extinción. Es el hábitat de alrededor de 13.000 parejas, correspondiendo al 80% de la población mundial. Además, es allí donde se concentra la vida de diversos animales marinos, como el chungungo, el lobo de un pelo, el delfín nariz de botella y la presencia esporádica de ballenas y cachalotes. En lo que a flora se refiere, existen 59 especies de plantas vasculares entre las que destacan añañucas amarillas, lirios, cactus (Eulichnia acida), entre otras.
Es por esta razón que diferentes organizaciones medioambientales han comenzado a levantar su voz en contra de este megaproyecto, sin embargo, la actividad industrial, efectivamente, ya comenzó. ¿Por qué se a pesar de conocerse estos antecedentes que deberían ser suficientes para garantizar la protección medioambiental de esta zona, no está protegida?
Según algunas organizaciones como Sphenisco e.V., Antarctic Research Trust, Movimiento en Defensa del Medio Ambiente (MODEMA), entre otras, que han trabajado directamente con esta problemática y con la comunidad de Punta de Choros, el proceso de aprobación del megaproyecto pasó por una serie de irregularidades.
La primera de ella es que no se le exigió a la CMP entregar la información de base que permitiera una real evaluación ambiental. De esta manera, se permitió que el titular ignorara el hecho de que el borde marino costero entre Caleta Hornos e Isla Chañaral constituyen un sólo ecosistema. En consecuencia, tampoco tuvo que pronunciarse por los impactos sobre las áreas protegidas del estado que se encuentran a solo 14 millas náuticas de distancia, ni respetó las más de 15 áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERBs).
Desde un comienzo, varios organismos técnicos solicitaron que el proyecto se pronunciara respecto a temas como cuál sería la ruta de navegación de los barcos, para considerar si ésta afectaría o no la zona de alimentación de las especies vulnerables o acerca de las emisiones contaminantes que podrían ser transportadas por las corrientes marítimas. A pesar que estas solicitudes no fueron consideradas ni respondidas adecuadamente, el proyecto se aprobó.
Al calificar el proyecto, no fueron consideradas e incorporadas las condiciones indicadas por Sernapesca (Servicio nacional de Pesca de la región) y Subpesca (Subsecretaria de pesca y Acuicultura) en relación a la navegación de los barcos ni a las medidas para impedir la introducción de especies no nativas en esta zona marítima.
Finalmente, como antecedente se considera que el único secretario regional ministerial (SEREMI) que votó en contra del proyecto, cinco días más tarde renunciaría a su cargo, por “asuntos personales” que le impedían continuar en el cargo… Otro antecedente no menos importante es que uno de los socios de involucrados en el levantamiento de este proyecto es Carlos “Choclo” Délano (cercano al ex presidente Piñera) uno de los tantos rostros políticos relacionadas al caso PENTA.
¿Qué hacemos?
Entre el 30 y 31 de enero del 2016 se realizó en la comuna de La Higuera un carnaval pensado por organizaciones como Oceana, Chao Pesca y Modema. El Carnaval Guanaco adaptó este nombre porque los primeros afectados por la construcción del proyecto minero han sido los guanacos que habitan las colinas de esta zona del país. Al ser cercado el territorio que ocupará el proyecto minero, estos camélidos se quedaron atrapados entre sus alambres sin comida. Fue así como ya fallecieron varios de ellos. Esta es la primera consecuencia que trajo la Dominga para los seres de la comunidad. Obviamente, el primero de muchos que traerá con el tiempo.
La actividad tomó el rol de ser un Carnaval de Medioambiente, Música, Arte y cultura por la conservación en las Reservas, el cual ayudó a dar visibilidad a la problemática. Con la asistencia de varios artistas musicales, como Matanza, Camila Moreno, Fernando Milagros, Abya Yala, Asamblea del Dub, sumado a la realización de actividades como talleres y muralismo, llegaron un sinfín de turistas, que atraídos por el espectáculo, lograron reconocer que algo peligroso estaba ocurriendo en la zona.
Y, si tú quieres ser parte de la resistencia estos megaproyectos, no olvides firmar esta declaración.