El cambio climático es un fenómeno que actualmente está produciendo eventos extremos -como aluviones y incendios- que están obligando a las personas a evacuar sus hogares, y en algunos casos, dejándolos con ninguna otra opción que migrar. Pero los seres humanos no son los únicos afectados por el incremento en las temperaturas. De hecho, se predice que al final del siglo, en el hemisferio oeste (Norte y Sud América), 3.000 especies de animales tendrán que buscar nuevos hábitats con condiciones climáticas adecuadas.
El cartógrafo Dan Majka, en alianza con Nature Conservancy, diseñaron un mapa llamado Migraciones en Movimiento, el cual muestra cómo las especies se van a desplazar desde sus hábitats actuales hacia nuevos hábitats, y al mismo tiempo, lo tendrán que hacer evitando tanto las barreras naturales y las barreras introducidas por el hombre, como caminos, cercos e infraestructura.
El mapa se basa en un estudio del año 2013 que analiza los modelos climáticos y los cambios producidos al paisaje por parte del hombre para proyectar el movimiento de 2,903 especies de vertebrados en Norte y Sur América. Los investigadores trazaron la dirección de la migración de las especies, tomando en cuenta que éstas evitarían las zonas excesivamente pobladas por el hombre. Las rutas también se basaron en la teoría de circuito eléctrico, la cual plantea que la existencia de mayor cantidad de rutas resulta en mayor flujo, y cuando existen menos rutas, “se producen restricciones y cuellos de botella”, describe Brad McRae desde the Nature Conservancy.
El mapa muestra tres clases de migraciones: las líneas rosadas representan la migración de mamíferos, las líneas azules representan la migración de aves, y las líneas amarillas representan la migración de anfibios.
La idea nació debido a la necesidad de poder visualizar estas migraciones -las cuales componen una enorme cantidad de información- de manera atractiva. El diseño se inspiró en el mapa de las corrientes de vientos creado por Fernanda Viegas y Martin Wattenberg, que luego se adaptó y se utilizó a nivel global para visualizar los vientos en todo el mundo.
La tendencia general que se puede percibir en el mapa es que las especies se mueven principalmente por espacios naturales, en vez de pasar por zonas pobladas. Esto es importante para entender los efectos que tienen las barreras introducidas por el hombre, que presentan problemas para la migración de las especies. En los EEUU estudios indican que sólo el 41% del territorio está conectado de manera en que los animales puedan transitar y, por ende, migrar.
El objetivo finalmente es dar a entender que las especies tienen que migrar y adaptarse, de lo contrario, van a morir. De esta forma, la idea es que estos mapas empujen más proyectos de conservación, con especial énfasis en la conectividad del territorio.