Desde tiempos inmemoriales que el ser humano ha ocupado paredes, muros y rocas para comunicarse, para entregar importantes mensajes tanto para sus generaciones como para las próximas. Basta recordar los jeroglíficos de los egipcios, o los dibujos de las culturas prehispánicas que mostraban su cosmovisión en grandes muros y cavernas.
Y aunque de esas épocas hasta ahora ha pasado mucha agua bajo el puente, y que en pleno siglo XXI las expresiones artísticas han variado en distintas proporciones, el muralismo sigue teniendo más o menos el mismo objetivo: entregar diversos mensajes con contenido, colores y estéticas que deleiten la mirada, haciendo pensar y reflexionar a quienes los observen.
Desde esta perspectiva, Mauricio Correa (dibujante, ilustrador, diseñador y muralista proveniente de Graneros, 6ta región), ha entendido que puede fusionar dos conceptos que abran debate: el muralismo y el medioambiente.
Mauricio es el realizador de dos interesantes proyectos denominados Conciencia Mural y Agonía Fáunica, que fueron realizados en la región de O´Higgins durante los años 2014 y 2015 respectivamente.
“Ambas iniciativas buscaron graficar y resolver -a partir del muralismo- dos problemáticas latentes en el presente de nuestro país: primero, la contaminación medioambiental que afecta a la región (6 murales realizados en la zona sur de Rancagua), y el segundo, la realización de 8 murales en 8 establecimientos educacionales municipales de Graneros, abordando a algunos de los animales chilenos en posible peligro de extinción”, explica.
Y agrega que hoy en día ambas problemáticas siguen presentes en nuestro país. “Lamentablemente, no son abordados con la importancia que debiesen tener. Y por lo mismo, decidí buscar los medios más apropiados contemplando espacios (tamaño de los muros) y contexto en donde se encontrarían ambos proyectos”.
ESPACIOS ELEGIDOS
Para que el objetivo de poner luces sobre estos dos grandes temas se pudiese cumplir, Mauricio debía encontrar los lugares físicos perfectos, con el fin de lograr relevancia y visibilidad. Por lo tanto, Conciencia Mural y Agonía Fáunica fueron realizados en lugares claves.
“Rancagua sur es un lugar donde vive mucha gente de estrato social bajo y que difícilmente en sus actividades diarias tenían la posibilidad de ver alguna expresión artística, más aun utilizando sus espacios donde comúnmente se desenvuelven. Por otra parte, en Graneros no solemos ver murales como en otras comunas o ciudades, menos en establecimientos educativos municipales”, cuenta. Por eso, y como profesor de arte y diseño, Mauricio Correa, se vio en la obligación de buscar lugares específicos donde el trabajo mural tomara una fuerza educativa y trascendental.
Tras el proceso de escoger los espacios, vino el del financiamiento, camino difícil para temáticas culturales. “Afortunadamente, ambos proyectos han sido ganadores de los fondos que entrega el Consejo Regional de la Cultura y las Artes (Fondart), lo que permitió un desarrollo fluido con excelentes resultados”, afirma.
OBJETIVOS ANCESTRALES
Conciencia Mural y Agonía Fáunica demuestran textualmente lo que ambos proyectos buscaron.
“Generar conciencia de nuestro actuar, sabiendo que somos los únicos responsables de la contaminación en nuestra región, en Chile y en el resto del planeta.
Estamos obligados a educar a las nuevas generaciones con algún medio, sea escrito o visual. Son ellos los que recibirán un planeta más hermoso, limpio y con nuestra fauna y flora tradicional que nos identifica dentro y fuera del país”, afirma con vehemencia el diseñador y profesor.
Y lo más impresionante es que ambos proyectos los ha pintado totalmente solo. “Sin embargo dos de los murales pintados en los colegios fueron realizados con algunos alumnos, haciéndolos partícipes y responsables de las ideas que querían ver dentro de su colegio. Actualmente, tengo un equipo de trabajo importante apoyando cada uno de estos proyectos, mientras que existen personas encargadas en producir material audiovisual, encargados de difundir los proyectos por medio de la prensa escrita y digital, y fotógrafos. Mención especial a mi productora general, Barbara Donoso, que ha aportado con su fundamental labor”, comenta Mauricio.
Y nos deja súper invitados a ser testigos de su trabajo, que no sólo pueden observarse en las calles de Rancagua y Graneros, sino que también en las redes sociales, que son un gran medio de comunicación y viralización. Es de esta manera que Mamtástico sigue fluyendo y pensando nuevas iniciativas y proyectos, que dejen un mensaje visual con gran contenido medioambiental.
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