Artistas en apoyo al Pilmaikén

El río Pilmaikén es uno de los tantos cursos de agua que tiene su origen en el grandioso Lago Puyehue. A 10 km. de allí, hay un precipicio de rocas en la que el agua fluye con más potencial que en el resto del cauce, lugar donde el desarrollo de las energías cinética (movimiento) y […]

El río Pilmaikén es uno de los tantos cursos de agua que tiene su origen en el grandioso Lago Puyehue. A 10 km. de allí, hay un precipicio de rocas en la que el agua fluye con más potencial que en el resto del cauce, lugar donde el desarrollo de las energías cinética (movimiento) y potencial (fuerza) lo transforma en uno de los más codiciados del mercado. Es justamente ahí donde se levanta la primera central hidroeléctrica de Chile, Pilmaiquén S.A., la cual existe desde 1944.

La instalación de esta empresa en un cauce de agua tan importante para las comunidades mapuche que habitan en sus alrededores ha traído varios conflictos a lo largo del tiempo. El último y que más fuerza ha tomado, es la pugna por el espacio sagrado Ngen Mapu Kintuante ubicado a 35 km. de Río Bueno, en el fundo Lumaco Bajo, en la ribera del río Pilmaikén. Este complejo ceremonial se ve amenazado porque sería inundado con la construcción de un embalse, obra pensada en beneficio de la “Central Hidroeléctrica Osorno”, proyecto presentado por los mismos dueños de Pilmaiquén S.A. en el 2007.

Este espacio es considerado por las comunidades como la morada de Kintuante y Kilen Wentru, espíritus protectores de las tierras mapuche y su gente. Es también un lugar de encuentro ceremonial donde la comunidad se reúne para orar por la fecundidad de las aguas y de la medicina para las y los machis. Es allí también donde se erige un cementerio mapundungun, casa de los ancestros, el cual mira directamente a la cumbre del volcán Osorno. Es, para todo mapuche, un espacio público sagrado que sirve para que la gente de la tierra se comunique con los espíritus que les permiten mantener el pacto de coexistencia en el universo. Un universo donde conviven tanto nuestros dioses, como sus dioses, la madre naturaleza y la fuerza que le permite al ser humano sobrevivir y sortear las trampas. Trampas tales como las hidroeléctricas.

El pueblo mapuche no está solo

Reconocemos la fuerza de este pueblo que habita hace miles de años las tierras más australes del mundo. Son ellos mismos los que han alzado la voz no una, si no miles de veces sin ser totalmente oídos por las autoridades chilenas. Pero no están solos y el colectivo “Todos los ríos libres” se las ha jugado también por la defensa de este tipo de espacios que no son de alguien específico, sino del universo y los seres que lo habitamos.

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La agrupación (la cual mantiene en anonimato a sus colaboradores por el momento) declara lo siguiente en su sitio web:

“Todos los ríos libres es un colectivo integrado por personas en su mayoría relacionadas con las artes visuales. En el entendido de que el agua es un derecho y no un privilegio, nos hemos organizado en torno a la defensa del libre correr de los ríos.  Habitamos la región de los ríos y a través de distintas producciones artísticas informamos a nuestra comunidad cercana  sobre los proyectos hidroeléctricos en nuestro territorio y sus implicancias directas en la tierra y en las comunidades aledañas.

Pilmaiken sin represas. Kintuante no se vende Kintuane se defiende.

Por ti, por mi, por todos los ríos libres”

(Desde blog Todos los Ríos Libres)

Para concretar su objetivo, han trabajado en dos propuestas comunicacionales bastante interesantes. Una de ellas es la publicación de un mapeo de proyectos hidroeléctricos que amenazan los territorios emplazados en la región. Todo esto en apoyo a la Alianza Territorial Puelwillimapu (donde participan 15 agrupaciones mapuches).

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Otra estrategia comunicacional que utilizan es la publicación de un boletín, el cual desarrolla en su primera versión una serie de originales y educativos trabajos de ilustración que logran dar cuenta de la problemática que la central de Pilmaiquén S.A. trae para el pueblo mapuche. También incluye algunos artículos realizados por activistas, como la Longko Juana Cuante, quien escribe una inspiradora columna acerca de lo que significa para ellos el constante ataque que sienten por parte de algunas empresas y del Estado. En su escrito, la Longko declara que “con la convicción de que nuestra resistencia es para las futuras generaciones nos organizamos más allá de nuestros territorios” (Boletín N°1 Por los Ríos Libres).

Acá pueden ojear el primer boletín, y queden atentos porque el colectivo ya está haciendo circular por los espacios públicos un Boletín N°2.

 

-Javiera Romero