La apuesta visual de Joe consigue unir imágenes que en su conjunto logran una figuración potente y sólida. De esta unión emerge una realidad que trasciende la imagen, el inconsciente colectivo y a todo espectador que se enfrenta a ella, porque logra evocar la urgencia del contenido de fondo.
Lo interesante en su propuesta es el desafío que plantea la contingencia de los temas que aborda, y como ellos se entrelazan en una nueva imagen, con un discurso que discurre entre lo irónico y lo bello. Para conseguir este objetivo, hay un trabajo importante de selección de recortes, que no pasan por retoques digitales, sino por la minuciosa selección de Webb.
Esa selección entre imágenes actuales con otras antiguas, nos evocan añoranza al pasado, al mismo tiempo que nos sitúan y dan una perspectiva sobre las problemáticas del presente. La interpretación del futuro queda a cargo del espectador y su postura ética, social y ambiental , respecto a éstos temas, que sacuden a quien observa, con ánimos de crítica el actuar apático contemporáneo de la sociedad.
Joe no apela a la subjetividad, sino que se dirige directamente al espectador, con ideas gráficas sencillas de alto impacto visual y social. Un gesto que resulta ser noble como el recorte y el collage, con ingenio, puede ser determinante y eficaz. Por ejemplo, en el collage de un hombre en tractor, en un paisaje árido y seco, con un fondo de explosiones y humo negro, impetuosamente se cuestiona a la sociedad y su estado anestesiado frente a problemáticas que están sucediendo frente a sus ojos, pero que la vida diaria, el consumo y la rutina tiene a los ciudadanos insensibilizados e insertos en la costumbre.
Así mismo, se evidencia en la imagen del mundo servido en un plato, una escena estremecedora, pues la cotidianidad y la poca consciencia de los humanos que habitan el planeta están consumiéndolo en la suma de los actos rutinarios.
Otro ejemplo es la melancolía que inspira el collage de una mujer mirando el planeta, como si tarde se hubiera dado cuenta del gran valor natural que tiene, o el absurdo de compartir en una piscina alrededor de un campo absolutamente seco.
El intercambio de imágenes y su combinación surrealista que el artista transmite, contiene más realidad de la que el espectador cree ver. La unión de este surrealismo vintage, lleno de nostalgia y desprendimiento, que pareciera ser habitual; revela una percepción que está inserta en una cotidianidad indiferente y a veces ingenua, que de pronto se encuentra con una realidad entrelazada que consigue reflejar una declaración que es enérgica y directa sobre el actuar real de la sociedad y lo urgente que este motivo necesita ser visualizado de manera evidente, cautivante y transgresora, como los collages de Joe Webb.
Foto de portada: Mixed Up II, collage por Joe Webb