
Importancia de conservación
El huemul (Hippocamelus bisulcus) es el cérvido más austral del planeta. Habita zonas montañosas y boscosas de Chile y Argentina, y aunque actualmente su distribución se concentra en áreas cordilleranas del sur —principalmente en la Patagonia—, en el pasado también ocupaba regiones del centro-sur de Chile.
Durante el siglo XX, sus poblaciones fueron drásticamente reducidas, al igual que muchas otras especies silvestres, debido a la acción humana. La caza mayor lo convirtió en un blanco frecuente, y a esta amenaza se sumaron la caza furtiva, la fragmentación de su hábitat y enfermedades transmitidas por el ganado. Como resultado, sus poblaciones han quedado muy mermadas. Se estima que hoy sobreviven menos de 1500 individuos en estado silvestre, distribuidos en pequeños grupos aislados entre Chile y Argentina.
En 2022, la revista científica Ecography destacó al huemul como una de las 20 especies de grandes mamíferos cuyo fortalecimiento poblacional podría contribuir significativamente a la restauración de grandes ecosistemas y ecorregiones a nivel mundial. Según ese estudio, la reintroducción de grandes mamíferos —como huemules, pumas, tigres u osos— en sus hábitats históricos puede fomentar la biodiversidad y ayudar a estabilizar el clima global.
Esto se debe a que estas especies actúan como verdaderos arquitectos del paisaje: su presencia influye directamente en el crecimiento y la dinámica de la vegetación, favoreciendo la captura de dióxido de carbono. Esta función ecológica resulta especialmente relevante si se considera que, en los últimos 50 años, los rangos de distribución de muchos grandes mamíferos han disminuido de manera alarmante.
Más allá de su valor ecológico, el huemul posee también un profundo significado cultural. Es, junto al cóndor, uno de los símbolos nacionales de Chile. Proteger al huemul significa no solo preservar un ecosistema frágil y único, sino también resguardar parte del patrimonio natural y cultural del Cono Sur.

Importante hallazgo para la conservación
Recientemente se confirmó una nueva subpoblación de huemules en el extremo austral de Sudamérica. La evidencia fue recopilada gracias a expediciones lideradas por Fundación Rewilding Chile y CONAF, que permitieron acceder y recorrer sectores de altísima complejidad geográfica dentro del área propuesta para el futuro Parque Nacional Cabo Froward.
El primer encuentro ocurrió durante un sobrevuelo de aproximación: una figura solitaria apareció en lo alto de un cordón montañoso: se trataba de una hembra de huemul. Fue un primer acercamiento suficiente para encender la expectativa del equipo. Mientras tanto, en tierra, desplegaban cámaras trampa en sectores de difícil acceso. Allí divisaron siluetas entre la vegetación: dos huemules en una ladera protegida del viento. El hallazgo empezaba a tomar forma.
Al día siguiente, tras un acercamiento cuidadoso, se logró una observación más clara. Esos dos huemules eran una hembra adulta y su cría de más de un año. Pastaban con tranquilidad, mostrando un comportamiento sorprendentemente confiado frente a la presencia humana. Poco después, se identificaron otros individuos en un sector cercano, con condiciones similares: la posibilidad de una subpoblación residente comenzaba a consolidarse.

Pero el momento más revelador ocurrió cuando el equipo observó un grupo de cinco huemules. En una planicie elevada, se logró observar a un macho adulto dominante, que lideraba la escena, acompañado por dos machos jóvenes, una hembra adulta y su cría. Durante casi una hora, los investigadores presenciaron un espectáculo poco común: juegos entre los juveniles y movimientos jerárquicos marcados por el macho.
“Nos sentimos profundamente afortunados de relevar esta información y constatar que los animales se observan en muy buen estado. El aislamiento natural de la zona ha sido, sin duda, un factor clave para su conservación”, comentó Miguel Lopetegui, guardaparque de CONAF. “Estos encuentros refuerzan la urgencia de seguir monitoreando y protegiendo estos territorios”, enfatizó.
Durante las expediciones se instalaron grillas de cámaras trampas, permitiendo registrar también otras especies como el zorro culpeo (Lycalopex culpaeus), el puma (Puma concolor) y el huillín o nutria de río (Lontra provocax) –especie que también está en peligro de extinción–, y más de 40 especies de aves .
“Estos hallazgos reafirman la necesidad de proyectar a Cabo Froward como un Parque Nacional que proteja el refugio más austral del huemul. La presencia de otras especies emblemáticas como el huillín y el puma refuerzan aún más la importancia de este territorio como un área clave para la conservación a gran escala”, señaló Cristián Saucedo, director de Vida Silvestre de Rewilding Chile.

El hallazgo no solo refuerza el valor ecológico del lugar, sino también la urgencia de protegerlo: se registraron signos de actividad humana no regulada, como tala ilegal y tránsito por senderos no habilitados, que amenazan la integridad de estos ecosistemas únicos.
El descubrimiento de esta subpoblación de huemules en Cabo Froward no solo representa una esperanza concreta para la recuperación de la especie, sino también un llamado claro a acelerar las acciones de conservación. Proteger este territorio remoto y biológicamente valioso, mediante la creación de un parque nacional, permitiría no solo resguardar a una de las especies más amenazadas del Cono Sur, sino también preservar un ecosistema entero que aún mantiene un alto grado de integridad ecológica. Frente a las crecientes presiones humanas, este hallazgo nos recuerda que aún hay oportunidades reales para restaurar y proteger lo que queda de la naturaleza silvestre del extremo austral del continente.
Imágenes: ©Eduardo Hernández