Por María José Barros
La fuerza del agua ha regresado
a los pies de la vertiente, vive la fuerza del agua.
Adriana Paredes Pinda
Artistas del estallido
Durante el estallido social que se inició el 18 de octubre de 2019, la sociedad chilena fue testigo de un gran despliegue de acciones artísticas colectivas, autogestionadas y performáticas que se tomaron el espacio público de Santiago y otras ciudades del país. Al igual que en otros momentos históricos, diversos artistas solidarizaron con las voces de la calle, asumiendo como propias las demandas políticas de un movimiento que nos hizo despertar frente a la mercantilización de los derechos sociales y los abusos de poder. Estamos hablando de artistas-activistas como Ana Tijoux, LasTesis, la Yeguada Latinoamericana o Caiozzama, por mencionar solo algunos, cuyas producciones han vuelto porosos los límites entre el arte y lo político, el arte y la calle, el artista y la comunidad.
En este contexto de movilizaciones, el colectivo Delight Lab –conformado por los hermanos Andrea y Octavio Gana– asumió un papel fundamental. A través de sus intervenciones lumínicas realizadas en distintos espacios de la capital y especialmente en la Torre Telefónica, el colectivo visibilizó el disenso y malestar de gran parte de la ciudadanía con respecto a las políticas neoliberales de la dictadura que fueron reforzadas posteriormente por los gobiernos de la Transición. Sus mensajes referentes a las demandas del movimiento social, la violación de los derechos humanos, el proceso constituyente e incluso la situación de hambre vivida en estos días de pandemia, han situado en el centro del debate público las demandas de aquellas subjetividades y comunidades que históricamente han sido silenciadas, marginalizadas y precarizadas por las hegemonías de turno.
De manera creativa, con un diseño depurado y textos contingentes, poderosos y luminosos, los hermanos Gana han logrado ocupar y resignificar espacios urbanos emblemáticos, disputando su significado simbólico y reescribiendo la ciudad desde un posicionamiento político –en el amplio sentido de la palabra– que no ha estado exento de censuras. “La luz ha sido la forma que tenemos de manifestarnos” (Duclos), explica Andrea Gana.
Acciones lumínicas en Wallmapu
El proyecto artístico de Delight Lab también se caracteriza por su diálogo estrecho con el pueblo mapuche y las demandas tanto políticas como territoriales del movimiento de resistencia indígena. De hecho, antes del estallido, el trabajo del colectivo adquirió notoriedad pública cuando el día del asesinato de Camilo Catrillanca –ocurrido el 14 de noviembre de 2018– proyectaron en la Torre Telefónica una imagen del comunero mapuche junto con el verso “Que su rostro cubra el horizonte” de Raúl Zurita. Esta intervención que sorprendió y conmovió a los habitantes de la capital fue un claro gesto de solidaridad con el pueblo mapuche, pero también de protesta en contra de la violencia de Estado ejercida en Wallmapu y la criminalización de la causa autodeterminista. A esta intervención podemos agregar también la proyección del grito de lucha mapuche MARRI CHI WUE en la Torre Telefónica, realizada el 31 de diciembre de 2019.
Intervención de Delight Lab en Plaza de la Dignidad en homenaje al comunero mapuche Camilo Catrillanca asesinado por las fuerzas policiales del Estado chileno. Crédito: Delight Lab.
Posteriormente, en el marco de las movilizaciones recientes, Delight Lab ha realizado –junto con la Corporación Traitraico– dos intervenciones en Wallmapu. Ambas acciones se emparentan libremente con el land art y el trabajo de otros artistas visuales que también han intervenido entornos naturales con proyecciones lumínicas referentes al mundo indígena. Pienso, por ejemplo, en el proyecto Using light as a way of expression del artista francés Philippe Echaroux y su intervención emplazada en los bosques del Amazonas de Brasil como acto de resistencia en contra de la tala de árboles que afecta al pueblo suruí.
En el caso del colectivo chileno, las intervenciones realizadas en el territorio mapuche buscan crear consciencia en torno a la lucha por las aguas libres liderada por distintas comunidades mapuche y organizaciones sociales del país. Al respecto, no podemos dejar de recordar que Chile y su actual modelo de gestión de aguas –impuesto durante la dictadura– constituye un ejemplo extremo de “neoliberalización” de los recursos hídricos a nivel mundial (Prieto 143). Como si de una mercancía o simple materia prima se tratara, los derechos de agua han sido privatizados y muchas empresas beneficiadas con escasas regulaciones en el acceso a mares y ríos.
La machi señala “que al momento de cortar el río, cortan nuestra vía espiritual para poder acceder a otros espacios”.
En Ngen ko, espíritus del agua, Delight Lab realizó una serie de proyecciones lumínicas en el río Rawe y las torres de aguas de ESSAL de Osorno, empresa sanitaria responsable del derramamiento de petróleo que dejó a gran parte de la ciudad sureña sin abastecimiento de agua potable en julio de 2019. Esta acción, definida por el colectivo como una “obra de intervención lumínica de activismo socioambiental” (Vimeo), se llevó a cabo en enero de este año, cuando el parlamento discutía el proyecto de reforma constitucional que buscaba consagrar el agua como bien de uso público y que finalmente fue rechazado por el Senado. El colectivo proyectó mensajes en mapudungun y español como “Püllü Lewfü Trepepetünge”, “Los espíritus del agua nos devuelven la conciencia” y “Contaminar una fuente es contaminarlas todas”, así como imágenes referentes a la cultura tradicional mapuche.
Intervención de Delight Lab en las torres de ESSAL de Osorno. El colectivo proyecta las imágenes de unos chemamull, figuras humanas en madera situadas tradicionalmente en lugares ceremoniales y tumbas. Crédito: Delight Lab.
Delight Lab proyecta la imagen de un toqui en las aguas del río Rawe. Crédito: Delight Lab
Recientemente, y con ocasión del We tripantu, Delight Lab regresó al Wallmapu con Ngen Kintuantü, fuerza espiritual que busca el sol, secuencia de proyecciones lumínicas emplazadas en el río Pilmaiken, donde la empresa estatal noruega Statkraft pretende construir dos centrales hidroeléctricas. En un claro gesto de solidaridad con los Lof en resistencia del río Pilmaiken, liderados por la machi Millaray Huichalaf, el colectivo se ha propuesto difundir la relevancia espiritual que este caudal posee para la cultura mapuche-williche y que está siendo amenazada por la construcción de los proyectos hidroeléctricos Osorno y Los Lagos.
Al igual que en otras oportunidades, el colectivo dio a conocer esta obra en sus redes sociales, compartiendo fotografías de las intervenciones junto con textos explicativos acerca del sistema de conocimientos y creencias mapuche vinculados a este territorio y declaraciones de la machi Huichalaf. Así se nos enseña que el Pilmaiken –en español golondrina– es el río por donde viajan las almas en su camino al mar y desde ahí al Wenuleufü o Río del cielo. Por ello la machi señala “que al momento de cortar el río, cortan nuestra vía espiritual para poder acceder a otros espacios” (Instagram).
En esta acción se proyectaron textos alusivos a la condición sagrada del territorio y las aguas e imágenes de un kultrun, la machi Huichalaf y animales endémicos como el puma, el chucao y el monito del monte, entre otros. Estos elementos en su conjunto refuerzan la idea de trascendencia espiritual y cultural vinculada al Willimapu y su biodiversidad, pero también visibilizan la lucha liderada por las mujeres indígenas y autoridades ancestrales por la defensa de sus tierras y comunidades. Muchas de ellas perseguidas por el Estado chileno.
El registro de las proyecciones lumínicas realizadas en Wallmapu se puede visualizar en los videos producidos por Delight Lab y Corporación Traitraico, que contaron con la colaboración de los músicos Camila Moreno, Fernando Alegría, Camilo Antileo y la poeta Roxana Miranda Rupailaf. Además, Galería CIMA publicó hace pocos días un nuevo capítulo de la serie Otoño en silencio en su canal de Youtube, dedicado al colectivo y sus intervenciones en el territorio mapuche.
Capítulo de la serie Otoño en silencio de Galería CIMA dedicado a las intervenciones de Delight Lab en Wallmapu.
Descolonizar la mirada para liberar las aguas
Las intervenciones lumínicas de Delight Lab en Wallmapu promueven la defensa de las aguas libres y un acceso democrático, sostenible e inclusivo a este bien comunitario por excelencia. El propósito es concientizar a la población acerca de la relevancia de este líquido vital en disputa, que hoy está siendo amenazado por los proyectos extractivistas emplazados en territorios indígenas y locales. Lo interesante es cómo estos trabajos multimediales nos invitan a redefinir nuestra manera de relacionarnos con la naturaleza y modificar nuestra “cultura del agua” (Shiva 9) desde la revalorización de las epistemologías y ética mapuche.
Lejos de concebir el agua como una materia inerte o muerta que debe ser explotada y mercantilizada, los textos e imágenes proyectados por el colectivo emergen desde una conciencia alineada con los saberes de Wallmapu, en los que el agua es entendida y sentida como una entidad viva, sagrada y poderosa, habitada por múltiples formas de vida, ancestros y espíritus protectores. Por ello propongo leer ambas intervenciones como un ejercicio de descolonización de la mirada, que vuelve visibiles los conocimientos mapuche borroneados por el racismo chileno, en otras palabras, por esa fantasía de la blanquitud que ha obliterado violentamente nuestra visión en torno a nuestras propias raíces y presente indígenas. Desde esta perspectiva, la luz como material artístico adquiere un sentido poderoso y simbólico, pues viene a iluminar –y no lo digo en un sentido mesiánico– lo que el colonialismo todavía vigente (Marimán, Caniuqueo, Millalén y Levil 2006) ha querido dejar en la sombra. Violencia epistémica, le llamó hace ya dos décadas Gayatry Spivak (2003).
Por otro lado, y siguiendo a Silvia Rivera Cusicanqui (2015), descolonizar la mirada implica también activar una memoria en la que se funden y condensan múltiples sentidos, y ello lo relaciono con los sonidos, texturas, olores y visiones que las proyecciones de Delight Lab despiertan en nosotros como espectadores. Al visualizar esas proyecciones –ya sea de manera presencial o en las redes sociales– escuchamos el canto del chucao, olemos la tierra mojada, tocamos los árboles milenarios y oímos el susurro de los menoko. Yo también recuerdo al pequeño Milton que años atrás me enseñó los nombres de algunos árboles a orillas del río Maichin y el canto del werken Neftalí Carinao junto al fogón de su casa en Kurarrewe. Las aguas llevan a otras aguas. Son las aguas portadoras de vidas y testigos de una historia de resistencia que sigue en curso. Son las aguas que fluyen libres, río abajo, sin represas.
La luz como material artístico adquiere un sentido poderoso y simbólico, pues viene a iluminar –y no lo digo en un sentido mesiánico– lo que el colonialismo todavía vigente ha querido dejar en la sombra.
Plataformas digitales como archivo
Finalmente, no quisiera dejar de mencionar el papel central que las plataformas digitales ocupan en cuanto archivo en el trabajo de Delight Lab, especialmente en las intervenciones realizadas en los ríos Rawe y Pilmaiken. Dado el carácter efímero de las proyecciones lumínicas, los registros en fotografías y videos difundidos en Internet resultan cruciales para dar a conocer sus obras a un público masivo y global. De esta manera, los saberes ancestrales, las nuevas tecnologías y el arte multimedial se imbrican en el proyecto del colectivo Delight Lab en su defensa por las aguas y la necesidad de replantear nuestro vínculo con la naturaleza desde la reciprocidad indígena y el respeto amoroso por la Ñuke Mapu.
Las aguas llevan a otras aguas. Son las aguas portadoras de vidas y testigos de una historia de resistencia que sigue en curso. Son las aguas que fluyen libres, río abajo, sin represas.
Bibliografía
Delight Lab. Ngen ko, espíritus del agua. 2020. Vimeo. En: https://vimeo.com/383869800
—. Instagram. 21 jun 2020. En: https://www.instagram.com/p/CBuKVxIBYjb/
Duclos, Emilia. “Intervenciones lumínicas en el espacio público: “El arte tiene la fuerza para reflexionar en torno a los debates sociales”. Entrevista a Andrea Gana. La Tercera. 16 jun 2020. En: https://www.latercera.com/paula/noticia/intervenciones-luminicas-en-el-espacio-publico-el-arte-tiene-la-fuerza-para-reflexionar-en-torno-a-los-debates-sociales/ADFAVVPV75CZDJ36YUA5QQUUH4/
Mariman, Pablo; Caniuqueo, Sergio; Millalén, José; Levil, Rodrigo. ¡…Escucha, winka…! Cuatro ensayos de Historia Nacional Mapuche y un epílogo sobre el futuro. Santiago: LOM, 2006.
Prieto, Manuel. “La ecología (a)política del modelo de aguas chileno”. Ecología política en Chile. Naturaleza, propiedad, conocimiento y poder. Eds. Beatriz Bustos, Manuel Prieto y Jonathan Barton. Santiago, Editorial Universitaria, 2015.
Shiva, Vandana. Las guerras del agua. Privatización, contaminación y lucro. Trad. Susana Guardado. México, Argentina, Siglo XXI, 2004.
Spikav, Gayatri. “¿Puede hablar el subalterno?”. Revista Colombiana de Antropología 39 (2003): 297-364.
Rivera Cusicanqui, Silvia. Sociología de la imagen. Miradas ch’ixi desde la historia andina. Buenos Aires: Tinta Limón, 2015.
Sobre la Autora
María José Barros es Doctora en Literatura PUC y profesora de la Universidad Adolfo Ibáñez. Se ha especializado en poesía mapuche y chilena reciente y actualmente desarrolla una investigación Fondecyt sobre mujeres, activismos y descolonización. Además, forma parte del Colectivo Recados Verdes, donde trabaja en torno a los discursos literarios y artísticos por la defensa de las aguas.