Calentamiento global y consumo de carne

Por Fernando Gallardo Ruiz El cambio climático está produciendo devastadoras consecuencias al planeta: incendios, tormentas, sequías, deshielo de glaciares y la extinción masiva de flora y fauna. Es necesario preguntarse por qué  está sucediendo esto. Bueno, resulta ser culpa nuestra, los seres humanos. Existen varias propuestas de cómo ser un ciudadano consciente y responsable con el medioambiente, […]

Por Fernando Gallardo Ruiz

El cambio climático está produciendo devastadoras consecuencias al planeta: incendios, tormentas, sequías, deshielo de glaciares y la extinción masiva de flora y fauna. Es necesario preguntarse por qué  está sucediendo esto. Bueno, resulta ser culpa nuestra, los seres humanos.

Existen varias propuestas de cómo ser un ciudadano consciente y responsable con el medioambiente, tomando iniciativas tales como evitar el uso de automóviles, disminuyendo nuestro consumo de energía eléctrica, entre otras soluciones. Sin embargo, ninguna de estas iniciativas se comparan con el impacto que tiene reducir nuestro consumo de carne.

Todas las personas son libres para elegir qué hacer y qué comer, pero es importante informarse sobre el impacto de la ganadería: ésta es una de las industrias con mayor huella de carbono y de mayor consumo de agua a nivel global. De hecho, la producción ganadera produce mayor cantidad e intensidad de gases de efecto invernadero que todo el transporte público combinado (informe de la ONU).  Las vacas en su proceso digestivo producen metano, gas de efecto invernadero hasta 100 veces más destructivo que el CO2 de los automóviles, al acumular mayor cantidad de energía calórica en sus moléculas.photo-1451372116829-ba19e28465fc

Además, la industria ganadera es la que utiliza la mayor cantidad de recursos naturales y degrada el medio ambiente, a través de la deforestación para el cultivo de alimentos para el ganado, la contaminación por desechos fecales que llegan a cursos de agua, la compactación del suelo y, finalmente, el consumo de agua, tanto para cultivar alimentos proteicos como también para satisfacer la sed de millones de cabezas de ganado (llegando a 200.000.000 litros de agua por año a nivel planetario, según informe de Sandra Postel).

Haciendo una comparación: para producir 1 kg de papas se requieren de 500 litros de agua, para 1 kg de trigo 900 litros,  para 1 kg de pollo se requieren de 3.500 litros de agua y para 1 kg de carne bovina unos 100.000 litros de agua (Departamento de ecología, U. de Cornell). Entonces para producir 1 kg de carne bovina se usa agua para: 300 descargas de W.C. y 100 veces la cantidad de agua potable/persona, según la UNESCO.

Para empeorar las cosas, la ganadería se realiza en países pobres o en vías de desarrollo para suplir los placeres de los países desarrollados, de esta forma, las pequeñas reservas de biodiversidad, agua y suelo que se mantienen en el planeta día a día van disminuyendo gradualmente, como por ejemplo el Amazonas.

Pero no sólo la producción de carne produce un gran daño planetario, sino que también la industria de los lácteos y huevos provenientes de animales encerrados y obligados a producir sin ver la luz del día o descansar tranquilamente (huevos, 1.800 litros de agua y queso casi 3.500 litros de agua).

Por estas razones, creo que es necesario hacer un cambio en el mundo, y qué mejor que partir por el plato. No estoy proponiendo que es sea necesario que todo el mundo sea vegetariano, sin embargo, es necesario al menos partir con reducir el consumo de carne por 1 día a la semana, tal como propone la campaña Lunes Sin Carne.

El cambio cultural es lento, pero debe comenzar por uno mismo.

Campaña Lunes Sin Carne, Vegetarianos Chile.
Campaña Lunes Sin Carne, Vegetarianos Chile.