Club Millantú: una iniciativa para salvar el bosque esclerófilo

El Cajón del Maipo es sin duda uno de los atractivos turísticos de la zona central de Chile. Desde hace años que este lugar convoca a escaladores y visitantes desde distintas regiones no solo del país, sino también del extranjero, quienes han tenido la posibilidad de visualizar la fauna y flora esclerófila del lugar. Lamentablemente, por diversos factores, entre ellos dichas actividades deportivas, han provocado que este ecosistema se encuentre en deterioro. Lo anterior, motivó al Club Millantú a poner en marcha un proyecto de educación ambiental dirigido a todos aquellos que no tienen conocimiento y/o compromiso del cuidado del entorno, con el fin de proteger esta zona. La convicción es hacer posible las prácticas deportivas, con el cuidado ambiental.
Hay muchas especies que componen el bosque esclerófilo, el Belloto es uno de ellos ©Constanza López

Armonizar las prácticas de la comunidad con el resto del ecosistema no es una tarea fácil de enseñar, pero el Club Millantú trabaja en ello, ya que quiere transformar las huellas negativas de los visitantes, en impactos positivos. Es por ello, que han realizado diversos talleres, actividades y conservatorios informativos y prácticos. El resultado es una investigación que dio cuenta de la riqueza de la flora y fauna que se encuentra presente en el sector.

Todo comenzó con un grupo de apasionados por el deporte y el Cajón del Maipo, quienes cansados por ver las repercusiones que sufría el lugar, tomaron la iniciativa de levantar proyectos que beneficiaran el ecosistema. Se enfocaron específicamente en El Manzano, una de las localidades históricas del desarrollo de la escalada en Chile, la cual a pesar de su reconocida trayectoria, no cuenta con una organización o representación local. En ese ámbito, pusieron sus motivaciones en tres ejes principales: coexistencia, conciencia y movimiento.

En la parte suroriental de la Región Metropolitana, se encuentra el Cajón del Maipo. ©Gamantri

Cambios en el entorno

Ignacio Solar, presidente del Club Millantú, hace quince años que visita El Manzano. En ese entonces se estaba popularizando la escalada, Solar  destaca que desde esa época se ven signos de daño ambiental. “Ahora que ya es un deporte consolidado, ese deterioro se ha acelerado, se puede ver en los árboles nativos que están en declinación y otros muertos” dice el presidente de Millantú y continúa: “la deforestación está activa, ya que la erosión es acelerada. No suficiente con las consecuencias propias del medio ambiente, algunos visitantes han ido a disfrutar del lugar, sin llevarse sus desperdicios”.

Otra de las consecuencias de las visitas masivas, se puede observar en el nivel original de la tierra. Existe una marca en la roca, un cambio de color. Se trata de una especie de indicador de dónde estaba la tierra originalmente. En algunos lugares ha bajado hasta un metro y medio, cuenta Solar.

Dentro de los árboles esclerófilos que existen, está el Espino. @Constanza López
Uno de los componentes del bosque esclerófilo es el Boldo. ©Constanza López

Palestra 

Palestra se encuentra dentro de El Manzano y es uno de los sectores icónicos de escalada, ya que se destaca como uno de los más antiguos de Chile. El Club se ha preocupado del estado del lugar, pero no tiene en sus planes incentivar su cierre, sino más bien regularlo. La razón para no clausurarlo, es debido a que tienen como convicción que la combinación naturaleza y deporte debe prevalecer, pero eso es solo posible si los deportistas están al tanto del bienestar del medio.

El Manzano es un territorio privado, por lo que no existen accesos formales para entrar o salir de esta zona. De los cinco ingresos tradicionales que había, a la fecha se han cerrado cuatro y eso genera el conflicto por el paso de un solo sector. Este es Palestra, mismo que es parte de uno de los nueve sitios de escalada más populares de Chile.

“Una de las cosas que nos gusta a los que hacemos deporte en la naturaleza, es precisamente que haya naturaleza. Si esta empieza a retroceder, nos estamos perjudicando a nosotros mismos” dice Solar. 

El Cajón del Maipo es reconocido por ser un cañón cordillerano con farellones, macizos y cerros a su alrededor. ©Gamantri

Bosque esclerófilo

Esclerófilo significa “hoja dura”, característica propia de la vegetación de este tipo de bosques. Se trata de un rasgo adaptativo a los ambientes de tipo mediterráneo, que suelen presentar variaciones estacionales muy marcadas. De esta forma, las hojas de esta vegetación son muy tolerantes a la sequía, así como también a los fríos intensos. Se trata de un clima muy particular que solo se presenta en cinco partes del mundo, entre los que destaca la zona centro de Chile. En estos lugares hay un núcleo de diversidad muy particular, por el alto grado de endemismo, particularmente de flora. De hecho, se considera que el 30% de las flores vasculares endémicas se concentran en este tipo de bosques.

El desconocimiento y desinterés sobre estos ecosistemas, es una problemática, ya que es uno de los bosques menos protegidos de Chile. Está siendo amenazado tanto por condiciones globales como por el cambio climático y particularmente por presiones antropogénicas.

Este tipo de bosque se caracteriza por un alto grado de endemismo, por lo tanto la flora que está en El Manzano, que es la vascular, es la única de Chile. ©Gamantri

Su deterioro puede restringir el que los insectos y animales se alimenten. Además, su resistencia a la sequía no es implacable, menos en situaciones extremas como las de ahora. Esto es importante tenerlo en cuenta, ya que si no se cuida a este purificador de aire, habrá una desregularización del ciclo del agua y desprotección del suelo, dándole paso a la erosión.

El apellido del bosque esclerófilo es “siempre verde” ya que se caracteriza por estar de este color durante todo el año. Sin embargo, los locales de El Manzano y de toda la zona central se han podido dar cuenta del antes y después de esta vegetación. En El Manzano en particular la vegetación no se está recuperando, sino todo lo contrario. De hecho, ahora el bosque combina su color verde con unas tonalidades marrones de árboles que están muy débiles o muertos.

Algunos de los atractivos que posee el Cajón del Maipo está las cascadas, ríos, montañas, valles, termas, flora y fauna ©Gamantri

Club Millantú tiene varios desafíos, primero está el poner en valor el bosque y para que ello sea posible, se debe educar en cuál es la riqueza que tienen. Con ese empoderamiento sobre el bosque esclerófilo, deben proceder a apuntar hacia su regulación y conservación que impone desafíos adicionales. En este caso, sería el trabajar la mantención del territorio privado. En palabras de Solar: “Aspiramos a regular el uso del cerro, pero primero debíamos saber qué es lo que contiene y si es que el uso de humanos ha tenido un impacto. Ahí es donde decidimos hacer un levantamiento de línea base en un lugar altamente transitado y usado, que es el sector Palestra de escalada e hicimos una línea base de sectores alejados de la presencia humana”.

Junto con esta regulación, postularon a un fondo, lo ganaron y eso les permitió hacer censos de flora y fauna. El resultado de esta investigación arrojó que el bosque sigue siendo diverso y abundante, pero los sectores que son altamente usados para actividades humanas, contienen una menor riqueza o presencia de aves, tanto diurnas como nocturnas, y fauna en general, particularmente mamíferos. También se presentó una mayor presencia de flora exótica a expensas de flora endémica.

Viviania marifolia. ©Gamantri

Iniciativas del proyecto 

El fondo duró un año y terminó a finales de abril con un evento de cierre que incluyó una jornada de restauración de Palestra, convocando a la comunidad, para realizar medidas de prevención de daño, construcción de terrazas y macetas para árboles y restauración de tierra.

Durante el trayecto del proyecto, también se hicieron actividades comunitarias de educación y empoderamiento, para ello, usaron la aplicación INaturalist, la cual actúa como una red social en donde se registra la flora y fauna que se encuentra. Gracias a esos aportes, lograron tener más de 300 observaciones y registrar más de 200 especies.

Halcón Peregrino. ©Gamantri

Otra de las actividades que tuvieron lugar, fue un conversatorio, en donde convocaron a la población local para que hablaran del cerro, como un ejercicio de memoria colectiva, para que así pudieran evocar qué es lo que implica vivir ahí y tener claro cómo esto determina parte de sus vidas. Adicionalmente, realizaron un taller de participación ambiental ciudadana, en donde dieron los tips y la orientación de cómo la ciudadanía puede participar en procesos de evaluación ambiental. Los vecinos, también fueron partícipes de estas instancias, quedando sorprendidos de cuánta fauna y flora poseían su entorno.

Uno de los grandes hitos fue haber registrado al primer Gato Colo-Colo en la comuna. ©Club Millantú
Uno de los pumas capturados por las cámaras implementadas en la naturaleza. ©Club Millantú

Los turistas siguen llegando a este espacio, por lo que es esencial recalcar algunos consejos que Club Millantú nos deja. Primero, conocer previamente la cultura local. También llevarse su basura, no hacer fogatas y evitar molestar al resto de los visitantes (no poner música a todo volumen, por ejemplo), usar los implementos necesarios bajo el estándar necesario y si va a practicar escalada, tener las competencias para practicarla, andar con un botiquín y de ser posible sacar la basura externa y desechos que se vean en el camino.

Para más información de las nuevas iniciativas de Club Millantú, visite su página web aquí o a su red social aquí

©Gamantri

Imagen de portada: Cajón del Maipo. ©Cris Posadas