Chile, país de montañas y de fuentes de agua

Las montañas son mucho más que una simple elevación de la corteza terrestre. En su interior, en el silencio de sus laderas y en el estrecho vínculo que hay entre su geografía y otros elementos del paisaje, se genera, entre varios otros componentes importantes para el ser humano, uno que resulta crucial para nuestra existencia: el […]

Las montañas son mucho más que una simple elevación de la corteza terrestre. En su interior, en el silencio de sus laderas y en el estrecho vínculo que hay entre su geografía y otros elementos del paisaje, se genera, entre varios otros componentes importantes para el ser humano, uno que resulta crucial para nuestra existencia: el agua.

Estos ecosistemas andinos son más frágiles que aquellos que se encuentran en las tierras bajas y a su vez son la fuente primaria de agua para nuestro sustento. Sin embargo, la creciente demanda del agua y otros recursos naturales, sumado a las consecuencias de la crisis climática global, el crecimiento del turismo y las presiones de la industria como la minería y agricultura, amenazan la extraordinaria red de vida que sustenta a las montañas y las funciones ambientales que nos entregan.

Proteger las montañas hoy es cuidar el agua de mañana.

La comunidad científica ha comenzado a ver a las montañas como verdaderos estanques de agua con enormes válvulas. Estos estanques se cargan en su superficie, gracias a los mantos de nieve y glaciares, pero también en su interior, a través de la red acuíferos.

Para la capital de Chile, Santiago, y sus más de 7 millones de habitantes, lo anterior debería ser un tema crítico de debate y planificación del territorio de montaña a futuro. Una discusión que requiere ser amplia y participativa. Hoy las críticas al proyecto Alto Maipo son preocupantes y requieren de nuestra atención. El escenario de emergencia climática, la megasequía y los posibles impactos del proyecto en la red de acuíferos ubicados al interior de nuestras montañas son asuntos que no solo afectan a los habitantes del Cajón de Maipo, sino que a todos los residentes de la capital chilena. Proteger las montañas hoy es cuidar el agua de mañana.

Por eso, Acceso Panam levantó la campaña “Montañas de Agua”, con el propósito de acercar a las personas a los ciclos de la naturaleza, ampliar su conocimiento y crear conciencia sobre la importancia de las funciones ecosistémicas presentes en los territorios de montaña, poniendo énfasis en el ciclo del agua y los servicios que la cordillera nos entrega.

© Acceso PanAm

¿Cómo se capta y aprovisiona el agua en las montañas?

Las montañas —con su inmensidad— actúan como verdaderos contenedores de agua. Ésta se almacena en forma de nieve y hielo en sus laderas y con el aumento de las temperaturas, el deshielo de la superficie de la cordillera se incrementa.

  1. Al derretirse la nieve y el hielo, un porcentaje del agua escurre por las laderas, alimentando ríos y arroyos. Otro porcentaje se infiltra por la tierra, ingresando a las redes subterráneas de almacenamiento de agua denominadas acuíferos.
  2. Al ingresar al interior de la montaña el agua fluye por a través de la red de acuíferos, convirtiendo a las montañas en verdaderos contenedores de agua
  3. Dependiendo del tipo de suelo y vegetación, el agua superficial se filtra hacia la red subterránea a través de la capa vegetal, quedando disponible como reserva para las plantas en épocas secas (paradigma hidrológico del bosque).

Precipitación

El agua líquida de los glaciares puede provenir de dos fuentes: del proceso de fusión de nieve o hielo o directamente de la lluvia.

La nieve que cae durante los meses fríos en la parte alta de las montañas se almacena —gracias a las bajas temperaturas— hasta que se funde con la tierra en primavera y verano.

Evaporación

Los glaciares contribuyen como verdaderos reguladores términos: generan condiciones ambientales de bajas temperaturas, las cuales enfrían las masas de aire que circulan sobre ellos.

También aportan humedad a la atmósfera, a través del proceso de sublimación de su masa (paso directo del agua de hielo a vapor) y reflejan la radiación solar, permitiéndole a la superficie de las montañas mantener una temperatura baja.

Además de jugar un importante rol en la regulación del clima, los glaciares contribuyen al flujo del agua de los ríos al regular la descarga del agua en la cuenca dependiendo de la estación.

Los aportes hídricos del verano son esenciales para sostener la vida; los ecosistemas y los medios de subsistencia humana a lo largo de la zona semiárida, sobre todo durante los períodos de menos pluviosidad.

© Acceso PanAm

Cordillera en movimiento

Los ecosistemas de montaña no sólo son importantes centros mundiales de diversidad biológica, allí se originan la mayoría de los ríos de nuestro planeta. Ellas proporcionan cerca del 70% del agua dulce que consumimos.

La tierra no es un ser muerto y mudo. En el silencio de esa cordillera, bajo los mantos de nieve y hielo, el agua se acumula y fluye por cavidades subterráneas. Esta red de acuíferos es un protagonista olvidado del ciclo del agua. Debido a la influencia de la fuerza de gravedad, el agua se mueve con la mayor calma del mundo (unos pocos centímetros al día), tendiendo hacia un cauce de corriente, lago o manantial, sitios donde emerge a la superficie creando cuerpos de agua que se caracterizan por su importancia ecológica al favorecer el equilibrio de los ecosistemas, actuando como hábitat (temporal o permanente) de un importante número de especies.

Hoy, la creciente demanda por agua, entre otros recursos naturales, sumado al calentamiento global, el crecimiento del turismo y las presiones de la industria minera, hidroeléctrica y agrícola, amenazan la extraordinaria red de vida que sustenta las montañas y los servicios ambientales que nos dan vida como seres humanos, entre ellos el más importante: el agua.

En este contexto tenemos la tarea de hacernos responsables de proteger los elementos de los cuales dependemos para vivir y que deben subsistir para las futuras generaciones de este planeta. ¡Resulta imprescindible unirnos en la defensa de nuestras montañas y sus comunidades!

El proyecto hidroeléctrico Alto Maipo modificará de manera sustantiva los ecosistemas de montaña del Cajón del Maipo. Por eso, esta campaña te invita a sumar tu apoyo a la solicitud para que la Ministra del Medioambiente frene el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo y proteja los ecosistemas de montaña del Cajón del Maipo. Te invitamos a sumarte a la voz de alerta y al llamado a la acción, difundiendo este video y visitando la web de la campaña www.accesopanam.org/montanasdeagua

© Acceso PanAm

Involúcrate

La cuenca del Río Maipo es la principal fuente de agua dulce de la Región Metropolitana, lugar donde habitan más de 7 millones de personas —casi la mitad de la población de Chile. Actualmente, esta cuenca se encuentra amenazada —en plena crisis hídrica ya declarada por el Estado— por una mega sequía que se extiende hace más de 10 años y por el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, que contempla la puesta en funcionamiento de 3 centrales de pasada para generar 531 MW de potencia (subestación Alto Maipo 110 KV, central Alfalfal II y central Las Lajas), las cuales se alimentarán del agua de la cuenca del rio colorado sumada a la que canalizan desde el nacimiento del rio Maipo, en la cuenca del mismo nombre.

El traslado del agua desde una cuenca a otra requiere de grandes túneles subterráneos que tomarán agua proveniente de los ríos Yeso, Colorado y esteros afluentes al río Volcán, devolviéndola 100 kms río abajo. En consecuencia, secarán una gran parte de la cuenca, afectando la disponibilidad de agua superficial aguas abajo así como en la acumulación de acuíferos.

En enero del 2019, el Segundo Tribunal Ambiental de Santiago ordenó al Servicio de Evaluación Ambiental iniciar el proceso de revisión de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo. Esto debido que, a lo largo de los años, la variable hídrica se ha comportado peligrosamente diferente a lo señalado por el proyecto en su Estudio de Impacto Ambiental que hablaba de 1,67 lt/seg de aguas que podrían perderse en la faena de construcción de los túneles. Hoy, dicha cantidad ha aumentado hasta 900 lt/seg y la capacidad de recarga del acuífero afectado es de 26 lt/seg. Esto significa que, a medida que el túnel avanza por el interior de las montañas, se pierde más agua de la que el acuífero puede recuperar naturalmente en un tiempo determinado.

Ante esta situación, y en un escenario de emergencia climática mundial, abogados de la Defensoría Ambiental, presentaron el 24 de junio del 2019 una solicitud de paralización de las obras de Alto Maipo, como una medida provisional en la revisión de la RCA, mientras no se asegure la inocuidad de las faenas para la vida del acuífero. Hoy, no somos capaces de dimensionar el daño que esto puede provocar en el mediano y largo plazo, y a la fecha, la faena del proyecto avanza y de la revisión de la RCA aun no hay veredicto. Es por esto que te invitamos a sumar tu apoyo para solicitarle a la Ministra del Medioambiente que frene Alto Maipo y proteja los ecosistemas de montaña de la cuenca del Maipo.

Imagen de portada: “Montañas de Agua”, Campaña organizada por Acceso PanAm. © Acceso PanAm