El cerro Ñielol pertenece a la formación austral volcánica “Cordón Huimpil-Ñielol”, el que abarca un área de 89.5 hectáreas, de las cuales 76 son de uso público. Las 8.4 hectáreas restantes no cuentan con la protección adecuada, al igual que los otros cerros aledaños a la ciudad, como el cerro Mariposa y Conun Huenu, los que se ven afectados por la introducción de especies exóticas y el monocultivo de Pino (Pinus radiata). A esto se suma el exceso de visitantes, la proximidad de la ciudad y el riesgo de incendios forestales. Todos estos factores han provocado la pérdida de la biodiversidad en el área protegida.
De este modo, es de gran importancia tomar medidas para disminuir este fenómeno. Asimismo, es urgente concientizar a la población de Temuco acerca de la importancia del paisaje natural original y la protección de la biodiversidad de los bosques del Cordón Huimpil-Ñielol. Nadie protege lo que no conoce, por lo que el primer paso es mostrar la rica biodiversidad con la que cohabitamos, te invitamos a descubrirla a continuación.
Biodiversidad de bosques del M.N Cerro Ñielol
La biodiversidad vegetacional del M.N Cerro Ñielol, según el último plan de manejo de unidad realizado en 2008, está compuesta en 6 comunidades vegetacionales. Estas comunidades contienen 240 especies vegetales, de las que 136 son nativas del lugar, 8 son especies nativas introducidas y 99 especies son exóticas. Su importancia radica en que estas comunidades conforman uno de los últimos bosques nativos que une los bosques esclerófilos de la zona central y el comienzo de la selva valdiviana del centro-sur. Lo anterior, lo hace una zona geográfica de gran importancia tanto para su protección y conservación, como para la investigación de estas comunidades ecológicas. Estas comunidades corresponden a bosque de Roble-Boldo, Bosque de Peumo-Boldo, Bosque de Olivillo, Bosque de Roble-Peumo-Ulmo, Matorral de Retamo-Maqui y Pradera de pasto Ovillo introducidas, que evidencian los tipos de bosques de las diferentes zonas biogeográficas que se unen en este territorio:
Bosque esclerófilo: algunas de las comunidades evidencian las especies de la zona mesomórfica del centro del país, propias del clima mediterráneo, con inviernos sub-húmedos y lluviosos; y veranos secos y calurosos. Esta vegetación requiere de hojas duras que capturen y almacenen humedad del ambiente para perder menos agua en las estaciones secas, como las comunidades de Boldo (Peumus boldo) y Peumo (Cryptocarya alba) dentro del cerro, típicas de este tipo de clima. Se encuentran acompañadas por las especies Huillipatagua (Citronella mucronata), Luma (Amomyrtus luma) y arbustos como el Colihue (Chusquea culeou) en menor cantidad. Pese a que esta comunidad es la que mantiene una menor cantidad de especies introducidas (10%), sus especies endémicas tienen problemas de conservación que requieren de un mayor cuidado.
Bosque semi-esclerófilo: por otro lado, los bosques semi-esclerófilos, es decir que contienen especies del bosque caducifolio templado del sur de Chile y bosque esclerófilo, ocupa la mayor cantidad de bosque en el cerro, con sub-asociaciones de Roble (Nothofagus obliqua) y Boldo. Además de contener especies como el Laurel (Laurelia sempervirens), Lingue (Persea lingue), Avellano (Gevuina avellana), Ulmo (Eucryphia cordifolia), entre otras, que se han mantenido conservadas. Sin embargo, también es el que presenta sectores con una alta degradación, sin presencia de Robles y con especies introducidas (20%) como Sauco (Sambucus nigra) y Arce (Acer pseudo-platanus).
Bosque caducifolio: el último de los bosques que componen el cerro Ñielol, son los del bosque caducifolio templado, común de la zona hidromórfica del país. Estos bosques son de clima húmedo y lluvioso, sin estaciones excesivamente secas, con especies adaptadas a ambientes húmedos que requieren mudar sus hojas todos los años en invierno. Estas comunidades del cerro son parte de la denominada selva valdiviana, en diferentes niveles de vegetación (sotobosque, arbustos y árboles), donde destaca el bosque de Olivillo (Lapagerio-Aextoxiconetum) en dos áreas del cerro y que contiene especies de helechos como Blechnum mochaenum y musgo como Lana del Pobre (Rigodium implexum).
Introducción especies de plantas invasoras
Aunque estas comunidades recién expuestas forman diversas formas de vida de alta biodiversidad, a lo largo de los años se ha dejado ver el fuerte impacto de la intervención humana en ellas. Lo anterior se refleja en la introducción de especies exóticas en el cerro, y por ende, convirtiéndose en una de las problemáticas más consideradas dentro del manejo del área silvestre protegida.
La cuestión de la introducción de especies exóticas es que pueden actuar como invasoras para verse favorecidas en su nuevo hábitat. Así, causan impacto en el ecosistema, relacionado a la alteración de las propiedades del ambiente, como fluctuaciones en los ciclos de nutrientes, cambios de la relación de suelo-agua, alteración en los regímenes de incendios y la competencia directa entre especies nativas e introducidas para la obtención de nutrientes.
En el año 2023 investigadores de la Universidad Católica de Temuco realizaron un estudio respecto a las flores exóticas en áreas protegidas del país. Tomaron en cuenta los registros realizados a lo largo de los años por otros investigadores para determinar la riqueza de estas especies y el índice de invasibilidad en estas áreas. El resultado fue que el ASP con mayor riqueza de especies exóticas en comparación a la al total de especies en el área es el Cerro Ñielol con un 39,2% de especies exóticas, seguido por PN Torres del Paine (32%) y RN Lago Peñuelas (27,5%). Mientras que el índice de invasibilidad, es decir, cuan expuesta está el ASP de ser invadida por especies exóticas, también concluyó que el área protegida más afectada es el cerro Ñielol, con 93 plantas invasoras en una superficie de sólo 89 hectáreas.
La obtención de estos resultados se puede deber a diversas causas, como el número excesivo de visitantes al MN Cerro Ñielol, que ha aumentado en los últimos años, y destruye parte del sotobosque, permitiendo la invasión de tales especies (malezas). Y la cercanía de la ciudad al Monumento, lo que permite mayor accesibilidad a especies exóticas tanto de flora como fauna.
En particular, algunas de las especies exóticas invasoras de mayor distribución en el cerro son las especies que actúan como maleza, de la comunidad de pasto Ovillo, especie europea que se encuentra en praderas, junto a Margaritas (Leucanthemum vulgare) y Grama estrellada (Cynosurus echinatus) en mayor cantidad, representando el área con mayor intervención antrópica en el cerro y una degradación alta del paisaje, sin conservar su estructura arbórea original. Por otro lado, también encontramos especies invasoras como el Laurentino (Viburnum tinus), que ha aumentado su superficie en los últimos años, y especies como el Arce, Sauco y Aromo (Acacia dealbata).
Fauna del M.N Cerro Ñielol
Por otra parte, las comunidades vegetales de las que hablamos anteriormente han permitido una alta riqueza de fauna silvestre en una superficie reducida. Se registra oficialmente por última vez en el informe de línea base del M.N Cerro Ñielol (2008), que recopila información bibliográfica realizada por diversos investigadores alrededor del cerro, un total de 117 especies en el Monumento, en las diferentes comunidades vegetales, siendo el Bosque semi-esclerófilo* el que contenía una mayor cantidad de especies. Estas especies se distribuyen en 22 mamíferos, 79 aves, 9 reptiles y 7 anfibios:
Mamíferos: esta clase presenta una poca diversificación dentro del Monumento y a lo largo del tiempo han disminuido los avistamientos de estas especies en el cerro. En este sentido, se ha reportado la presencia del marsupial endémico Monito del Monte (Dromiciops gliroides) y registros históricos de Puma (Puma concolor), Pudú (Pudu pudu) y Guiña (Oncifelis guigna). No obstante, estos avistamientos se pueden deber a la cercanía del territorio con el parque Rucamanque que alberga estas especies y tiene un menor contacto con la ciudad.
Avifauna: por otra parte, la avifauna del lugar presenta una mayor cantidad de registros de especies, como Aguilucho (Buteo polyosoma), Choroy (Enicognathus leptorhynchus), Churrín (Scytalopus fuscus), Tiuque (Milvago chimango), Carpinterito (Dryobates lignarius), entre muchos otros. Además de especies con distribución amplias en el país como la Bandurria (Theristicus melanopis).
Reptiles y anfibios: en contraste a la avifauna, la clase de reptiles y anfibios son las que contienen la menor cantidad de especies avistadas, presentando especies de la familia Iguanidae (iguanas) y Colubridae (culebras); y especies anfibias como Sapito Cuatro Ojos (Pleurodema thaul), Sapo Rosado (Eupsophus roseus) y Ranita de Darwin (Rhynoderma darwini).
Factores que afectan la biodiversidad de fauna en el territorio
Basado en estos antecedentes, dentro de los criterios utilizados en el plan de manejo, se encontró que el grado de conservación de las especies faunísticas era el más importante, pues alberga especies como el Monito del Monte o Ranita de Darwin. Ambas especies se observan cada vez menos, mostrando la fragilidad de la biodiversidad en los bosques, y cómo diversos factores naturales y antrópicos pueden alterar el ecosistema.
En este sentido, los factores que afectan a la disminución de biodiversidad son la cercanía de los cultivos agrícolas, la proximidad de la ciudad de Temuco al cerro, y la influencia de personas que visitan el Monumento en una superficie de extensión pequeña, aumentando la fauna exótica como conejos, guarenes, ratas negras, perros y gatos domésticos asilvestrados que cazan fauna nativa y compiten por recursos. Por otro lado, la presencia de especies vegetativas introducidas provoca cambios en las características básicas del ecosistema y la composición del hábitat de estos animales, que puede provocar este fenómeno.
Funga del M.N Cerro Ñielol
Otro de los grandes reinos que influyen en el ecosistema, es la biodiversidad de hongos. No obstante, dentro de la gran mayoría de los planes de manejo y líneas base de áreas protegidas en Chile no han sido considerados, pese a que los estudios respecto a la diversidad de hongos en el país han tomado mayor relevancia en los últimos años. Por esto mismo, hay una falta de estudios científicos de mayor profundidad respecto a la funga del Cerro Ñielol.
A pesar de esto, la divulgación científica ha tomado un papel más relevante para conocer un poco más de estas especies en el cerro, a través de las actividades realizadas en el monumento por investigadores y agrupaciones ambientales. Así, basado en el proyecto iNaturalist de la agrupación Funga Ñielol, que recopila los registros de hongos fotografiados y subidos a la plataforma por parte de la ciudadanía que participa en el proyecto, se han registrado hasta la fecha 1.019 observaciones de hongos. De estas observaciones, 395 (38,6%) se han podido estimar a qué género o especie podría pertenecer, estimando unas 127 posibles especies encontradas dentro del Cerro. Hay que recordar que este es un trabajo realizado a partir de los registros realizados por personas interesadas en este mundo y las identificaciones realizadas son mayoritariamente por fotografías, por lo que su grado de veracidad requiere de estudios científicos respecto a los hongos del cerro y que no se han realizado todavía dentro del área.
De los posibles hongos en el cerro, encontramos especies que cumplen diferentes funciones dentro del ecosistema y en hábitat diferentes, como hongos simbiontes que se asocian a especies arbóreas, como Cortinarius o Amanita. O especies degradadoras tanto de suelos como madera, como Pleurotus, Trametes y Coprinus, o de tamaños microscópicos como Chlorociboria, Calycina y Mycena. Además de especies parasitarias como las del género Cyttaria o Armillaria. Muchas de estas también son recolectadas por la ciudadanía en las áreas aledañas del cerro que pertenecen al Cordón Huimpil-Ñielol, por su uso gastronómico, como son los changles (Ramaria sp.) y piojento (Amanita merxmuelleri), en la época de otoño, y los digüeñes (Cyttaria sp.) en primavera.
Especies fúngicas introducidas
No obstante, el aumento de comunidades vegetales exóticas como las plantaciones de pino también afecta el hábitat de estas especies de hongos, al haber cambios en el ecosistema, en el uso de los suelos y su composición. Además, esto ha permitido la introducción de especies exóticas de hongos que crean asociaciones con pino, como Amanita muscaria, Suillus luteus y Lactarius deliciosus, que compiten por el hábitat con las especies del lugar. En el Catálogo de especies exóticas asilvestradas/naturalizadas en Chile del proyecto GEF del Ministerio del Medio ambiente (2017), se recopiló 71 especies exóticas de hongos con ayuda del Dr. Götz Palfner. De estas, se han registrado 7 especies que podrían encontrarse en el cerro, como Lactarius quieticolor, Scleroderma citrina, Terana coerulea, Amanita toxica y Russula sardonia.
Cambio de perspectiva en el manejo del M.N Cerro Ñielol
Es necesario que las áreas protegidas como el Cerro Ñielol, que tiene esta forma de isla vegetacional insertada en una ciudad, tomen medidas que permitan cumplir el objetivo principal de estas zonas: la protección y conservación del ecosistema.
En los últimos años, el Cerro Ñielol ha experimentado un cambio de enfoque, alejándose de su propósito original de conservar la biodiversidad en Temuco y orientándose principalmente hacia actividades turísticas. Se han propuesto proyectos de intervención que implican mayor pavimentación de caminos, la creación de ciclovías, una plaza cívica e iluminación nocturna. Si bien estos proyectos tienen como objetivo mejorar la accesibilidad y la experiencia de los visitantes, también modifican la naturaleza del entorno natural, perturbando los ritmos naturales de la fauna, la flora y la funga, afectando la biodiversidad y los hábitats locales. Además, la introducción de una mayor cantidad de visitantes sin una adecuada planificación de la capacidad del cerro podría ejercer una presión adicional sobre el ecosistema y sus recursos. En muchas ocasiones, esto ha facilitado la introducción de especies invasoras que ponen en peligro la biodiversidad de este ecosistema y ha llevado a un aumento de residuos que contaminan el Monumento, debido a la falta de un plan de manejo que regule esta cuestión.
En un intento por abordar esta problemática, se ha propuesto el desarrollo del parque urbano Isla Cautín, que ha estado operativo desde 2022. Este nuevo espacio recreativo, libre de humo y alcohol, busca aliviar la congestión de visitantes en el Cerro Ñielol y proporcionar una alternativa que combine la recreación con la preservación del entorno natural.
Por otro lado, es necesario aumentar la investigación científica dentro del cerro, puesto que es uno de los objetivos legales que tienen las áreas protegidas del país. Dentro del cerro, los 85 estudios que se utilizaron en el 2008 para realizar la línea base del Cerro Ñielol, 27 de ellos eran de flora y el resto de fauna. Hasta la fecha la cantidad de estudios realizados no ha aumentado demasiado, y no habiendo ninguno respecto a los hongos del área. En contraste, una de las áreas que se ha desarrollado más dentro del cerro es la divulgación científica, muchas agrupaciones y ONGs como Funga Ñielol, ONG verde urbano, Red de Defensa Cerro Ñielol, Stone Fungus, han realizado actividades de concientización de la naturaleza y la importancia de la protección de la biodiversidad, tanto en el Cerro Ñielol como en otras áreas verdes aledañas a la ciudad de Temuco (Cerro Mariposa, Rucamanque, Cunanhuenu).
En síntesis, basado en la información recién expuesta, es necesario que la comunidad se involucre en el cuidado del medio ambiente, crear instancias de mayor educación ambiental e información que permita a la ciudadanía orientarse respecto a la biodiversidad de especies en el cerro y su importancia dentro de la ciudad. Igualmente, se requieren programas de monitoreo y erradicación de especies exóticas para la conservación de las especies silvestres del paisaje original del Monumento Nacional, puesto que, al pasar el tiempo, estas especies sólo van en aumento, invadiendo cada vez más la naturaleza de la ciudad de Temuco.
Referencias
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