Sostenibilidad, clave para enfrentar la crisis sanitaria y socioambiental

Desde sus orígenes el ser humano ha mutado y se ha adaptado al medio que lo rodea. La evolución es la transformación que adquiere a través de la creación de técnicas y manipulación de su entorno. A diferencia de lo que se cree, dicha mutación comenzó con cambios biológicos y no en el cerebro. “Se diría que la documentación es suficiente para demostrar que el cerebro se ha beneficiado de los procesos de la adaptación locomotora en vez de provocarlos” dice Leroi - Gourhan (1971) antropólogo, etnólogo y arqueólogo francés.

Una vez que la humanidad tuvo conocimiento del mundo que lo rodeaba, inició un proceso de innovación del entorno con el propósito de sobrevivir y adaptarse. La relación entre naturaleza y humano ha estado desde los inicios, y una vez que este entendió lo que podía conseguir con la comunicación y la producción del entorno, encabezó un proceso de construcción en pro a su desarrollo. 

Hoy en día, nos encontramos en una sociedad globalizada, en donde no existe tiempo, espacio, ni límites; el problema es que dicha manipulación del medio que nos rodea, junto con el gran avance tecnológico que hemos logrado y el querer estar “conectado” en todo momento, ha provocado una crisis ambiental que nos está destruyendo. 

Región del Maule. © Bárbara Bastidas.

El calentamiento global es consecuencia de la crisis climática que vivimos, la cual se refiere a la variación en el clima del planeta. Las consecuencias son múltiples: temperaturas extremas, derretimiento de glaciares, sequías, catástrofes naturales, etc. La única manera de poder detener esta crisis, es que comencemos por adoptar un estilo de vida cuya palabra base sea: “sostenibilidad”. Este concepto se entiende como la manipulación y que el uso de los recursos de nuestro entorno no afecte la relación de dicho entorno con generaciones futuras. La idea es que logremos vivir en equilibrio con el medio ambiente y evitar que nuestra huella ecológica genere un impacto negativo en el planeta. 

La idea es que logremos vivir en equilibrio con el medio ambiente y evitar que nuestra huella ecológica genere un impacto negativo en el planeta.

El 17 de mayo del 2021 —es decir, ayer— Chile se convirtió en el primer país de Latinoamérica en entrar en un sobregiro ecológico. El día del sobregiro de un país es la fecha en la que se agotarían los recursos naturales del mundo que están destinados para ese año. Esto no es nuevo, sin ir más lejos el año pasado Chile también fue el primer país Latinoamericano en entrar en sobregiro un 18 de mayo. De hecho, según La red global de la huella ecológica (GFN) la biocapacidad de Chile es de 3,5 hectáreas globales (gha) por persona, y la huella ecológica que utilizamos hasta  esa fecha fue de 4,3 (gha). La biocapacidad, es la capacidad biológica de los ecosistemas para regenerar recursos y absorber los desechos generados por los humanos. Estamos en deuda con el planeta; y esto no es algo que sucede ahora, ni el año pasado. Desde el 2017 que estamos entrando en sobregiro ecológico. Los gastos excesivos están relacionados con la deforestación, la escasez de agua dulce, la pérdida de la biodiversidad, la acumulación de CO2 en la atmósfera, entre otros.

El hecho de que vivamos en un mundo globalizado, donde cada día el desarrollo económico, la conectividad y el avance tecnológico sean cruciales para la “sobrevivencia”, ha provocado graves problemas en nuestro entorno. Somos una sociedad que sobreexplota los suelos, que necesita estar conectada de manera digital y también física. Si el mundo viviera como Chile, a esta altura ya no habría recursos naturales renovables, y si ese fuera el caso, ¿cómo podríamos seguir conectados?, ¿hacia dónde nos llevaría la explotación de la tierra y los océanos?, ¿cómo podríamos seguir sobreviviendo? “Escucha atento, tenemos la posibilidad de oír la canción de la tierra, su temblor y estremecimiento queda intacto a pesar del ruido enorme que el hombre hace en su superficie explotada hasta el agotamiento” menciona el filósofo surcoreano Byung-Chul Han (2014). El sobregiro es una alerta, debemos entender y escuchar esa advertencia y pensar en tener una vida más sostenible para encontrar el equilibrio con nuestro entorno. 

El covid-19 ha matado a millones de personas en el mundo y la cifra aumenta cada día. Las cuarentenas se han hecho presente en diversos países y la frase “quédate en casa” se transformó en nuestro mantra. Cuidemos a la persona que está a nuestro lado, a los adultos mayores, y sobre todo, a nosotros mismos. Debemos ser conscientes del peligro que corren nuestras vidas y tenemos que ser responsables para que los contagios se detengan y pronto volvamos a abrazarnos. La pandemia no es simplemente un suceso que nació en Wuhan y se expandió por el mundo, sino que es la consecuencia de la crisis ambiental que enfrentamos.

Si todo el mundo fuese como Chile, ayer habría sido el día en que la Tierra entraba en sobregiro ecológico. En la imagen un bosque en Suecia. © Eduardo Contreras.

La sobreexplotación del medio en el que vivimos ha provocado el crecimiento de las ciudades y la población. Cada día construimos en lugares inusuales, destruyendo espacios llenos de biodiversidad; un claro ejemplo es que mientras estamos resguardados en nuestras casas, diversos animales han entrado a las ciudades y caminado por sus calles. La pandemia es quizás esa sirena que necesitábamos para despertar de este mundo digital.

La relación que tenemos con la naturaleza ha ido empeorando y ya no es una dependencia de mutuo beneficio, sino que la humanidad se ha aprovechado de ella. Debemos ser conscientes como sociedad de nuestra relación con el medio ambiente y todos los seres que habitan en él. Ahora que nos encontramos “detenidos”, es momento de cuestionarnos nuestra forma de vida y transformar ciertos hábitos en unos más saludables con el planeta. Nada puede evitar que sigamos creando y desarrollándonos, pero hay que entender que aquel cambio provoca una mutación en el medio ambiente y debemos hacernos cargo. “La crisis sanitaria forma parte de aquello que no es una crisis, siempre pasajera, sino una mutación ecológica duradera e irreversible”, comenta Bruno Latour (2020), filósofo, sociólogo y antropólogo francés. 

No poder abrazar a las personas que queremos ha sido uno de los retos más difíciles que hemos tenido que aceptar. No juntarnos en cumpleaños o fechas importantes nos ha hecho dar cuenta de lo significativo que es para la salud mental compartir con nuestros seres queridos. El objetivo de la sostenibilidad no tiene que ver con lo bueno o malo que es algo, sino enseñarnos a ser conscientes con los sucesos y saber hasta qué punto usar cierto “producto” para que no cause daño al planeta. 

Cada día construimos en lugares inusuales, destruyendo espacios llenos de biodiversidad; un claro ejemplo es que mientras estamos resguardados en nuestras casas, diversos animales han entrado a las ciudades y caminado por sus calles. En la imagen el Desierto Florido, Atacama.© Bárbara Bastidas.

Gracias a las plataformas digitales podemos conectarnos con nuestros seres queridos, podemos hacer las compras de nuestra casa, trabajar y estudiar, hacer deportes y divertirnos; pero al mismo tiempo, ¿tenemos en cuenta el impacto energético que generamos en el planeta?, todo deja una huella de carbono, es imposible no tener un impacto en el medio. Han es tajante en decir que “cojeamos tras el medio digital que, por debajo de la decisión consciente, cambia decisivamente nuestra conducta, nuestra percepción, nuestra sensación, nuestro pensamiento, nuestra convivencia” (2014). Las tecnologías de información y comunicación (TIC), generan un gran impacto ambiental. Cada vez que guardamos información en nuestro disco duro, dejamos nuestros celulares cargando toda la noche, cada televisor y notebook encendido, cada like en redes sociales, tiene un impacto ecológico. Es difícil de creer, porque es algo habitual en nuestras vidas, pero nuestros aparatos digitales, e incluso la luz, afectan el medioambiente. En respuesta a lo anterior la ONG WWF creó, en Sidney, la “Hora del planeta”, iniciativa que tiene como objetivo generar conciencia sobre el cambio climático y la carga energética que usamos. Por lo que una vez al año, por una hora, se deben apagar todas las luces para darle un respiro a la Tierra. A su vez, muchas organizaciones ya están trabajando en crear herramientas más sustentables, como “The Green web foundation” en Holanda, “The shift Project” en Francia, “La Cop” o el “Acuerdo de París”. Ya no se trata sólo de escoger un hábito sobre otro, sino entender qué problema hay detrás de lo que haces o compras.

Estamos en una de las crisis sanitarias más grandes de los últimos tiempos y lo único que piensan algunos es que termine luego para volver a retomar todo y seguir con el desarrollo. Sin embargo, “si todo se detuvo, todo puede ser puesto en tela de juicio: cuestionado, seleccionado, ordenado, interrumpido de una vez por todas” dice Latour (2020). Cuestionemos, pensemos y tengamos una vida más sostenible y respetuosa con el medioambiente, si lo que queremos es un futuro para nosotros y las próximas generaciones. 

Referencias

Agenda París. (18 de mayo del 2020). Chile es el primer país en Latinoamérica en entrar en sobregiro ecológico este 2020. El mostrador. Recuperado de: https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2020/05/18/chile-es-el-primer-pais-en-latinoamerica-en-entrar-en-sobregiro-ecologico-este-2020/

Han, B. (2014). En el enjambre. Barcelona: Herder. 

Han, B. (16 de mayo del 2020). Byung-Chul Han: “Deberiamos redefenir la libertad a partir de la comunidad”. Diario U de Chile. Recuperado de: https://radio.uchile.cl/2020/05/16/byung-chul-han-deberiamos-redefinir-la-libertad-a-partir-de-la-comunidad/

Lara, E. (15 de mayo del 2020). Este lunes Chile acabará con todos sus recursos naturales renovables disponibles para el 2020. Bio bio Chile. Recuperado de: https://www.biobiochile.cl/especial/aqui-tierra/noticias/2020/05/15/este-lunes-chile-acabara-con-todos-los-recursos-naturales-disponibles-para-2020-segun-ong.shtml

Latour, B. (2020). ¿Qué medidas se pueden pensar para evitar el regreso del modelo precrisis?. Recuperado de: https://oplas.org/sitio/2020/04/11/bruno-latour-que-medidas-se-pueden-pensar-para-evitar-el-regreso-del-modelo-precrisis/

Leroi Gourhan, A. (1971). El gesto y la palabra. Venezuela: Biblioteca de la universidad central de Venezuela.

WWF (2020). Hora del planeta. Recuperado de: https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/clima_y_energia/hora_del_planeta/#

Sobre la Autora

Karina Ortega Álvarez es comunicadora audiovisual y guionista chilena de 28 años. Actualmente reparte el tiempo entre sus estudios de periodismo en la Universidad de Santiago de Chile, un voluntariado en una fundación defensora de los DD.HH y proyectos personales. Siempre ha sido apasionada por la escritura y la literatura, y en su búsqueda personal y profesional, ha escrito historias de ficción y no ficción, pasando por diversos géneros. Hoy apunta a concientizar a través de la escritura, para así poder crear una sociedad comprometida con la cultura y el medioambiente.

Imagen de Portada: © Shane Rounce.