Cómo ser un país minero responsable y no morir en el intento

Hace 6 años que se conformó la Fundación Relaves, organización que busca poner luces a la información sobre el tema, ya que en Chile existen cerca de 450 relaves mineros, de los cuales 125 están activos y 324 abandonados. Un desafío enorme, ya que aún no existen leyes realmente eficaces para mitigar y manejar estos desechos […]

Hace 6 años que se conformó la Fundación Relaves, organización que busca poner luces a la información sobre el tema, ya que en Chile existen cerca de 450 relaves mineros, de los cuales 125 están activos y 324 abandonados. Un desafío enorme, ya que aún no existen leyes realmente eficaces para mitigar y manejar estos desechos tóxicos con responsabilidad. Mientras, muchas comunidades ven cómo el cobre, cianuro o arsénico contaminan sus aguas y tierras.

Por Pía Vergara R.

Periodista

@PiaVergaraR

Eran las 3:34 horas del sábado 27 de febrero de 2010. Algunos en Chile dormían profundamente, mientras otros estaban de fiesta o trabajando. Pero lo que hasta ese momento parecía ser otro sábado por la noche más, en la zona central comenzó uno de los movimientos telúricos más fuertes del último siglo: el gran terremoto que afectó a la zona central de 8.8 grados Ritcher.

Las consecuencias son por todos conocidas: Un gran tsunami que azotó clásicos balnearios de la zona central, devastadoras imágenes por la pérdida de casas y enseres, falta de luz y agua, saqueos y más.

Pero hubo una consecuencia sorprendente, pero más lógica de lo esperado. En el pequeño valle de Las Palmas, en Pencahue (desde Talca hacia la costa), una comunidad de cinco casas se ubicaba en las cercanías de una mina abandonada llamada “Las Palmas”, perteneciente al Grupo Errázuriz  (COMINOR). Nadie sospechaba que el cerro junto a la mina fuera una piscina rellena de tierra, piedra y cianuro, entre otros líquidos tóxicos.

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Durante el terremoto, el tranque se desmoronó, colapsando y sepultando una de las casas. Resultado: mató a los 4 integrantes de la familia Gálvez-Chamorro, rodeando otras tres viviendas y contaminando gran parte de la comuna y provincia. Ninguna de las cinco familias había sido advertida del riesgo en el que vivían, incluso después de la visita de funcionarios del SERNAGEOMIN que, en junio del 2009, lo habían considerado como uno de los cuatro tranques con mayor riesgo de colapso en el país.

Uno de los afectados por este desastre ambiental fue Henry Jurgens (agricultor y empresario), ya que era dueño del fundo donde vivían y trabajaban los Gálvez. Tras el derrumbe, Henry lideró la búsqueda del matrimonio y de sus dos pequeñas hijas. “Estuvimos tres días buscando… hasta que los encontramos. Y durante todo ese tiempo nos preguntábamos cómo cresta pudo pasar esto. Cómo nadie nos contó que estábamos poniendo nuestras vidas en peligro”.

Y es en ese momento cuando entendió que era momento de dar luz a la información oculta. De ordenar esta información y solicitar al Estado Chileno una pronunciación sobre el tema, en vista que en nuestro país existen más de 120 relaves mineros abandonados. Porque el derrumbe del relave y la muerte de la familia Gálvez, no se debieron sólo al terremoto, sino a la irresponsabilidad de empresarios y autoridades. Muy pocos sabían del relave y su estado; pues nadie informó de los riesgos.

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La Fundación

De esta manera, y junto a un equipo de trabajo multidisciplinario, formaron Fundación Relaves, que comienza a mover el tema a nivel mediático, informando, por ejemplo, sobre el Catastro 2015 de SERNAGEOMIN, con la ubicación exacta de los relaves; relatando los casos más emblemáticos de desastres causados por éstos (Andacollo, Caimanes, El Soldado, Las Palmas y Barahona); tomando muestras de aguas tras nuevas catástrofes (como lo sucedido en Copiapó el año pasado, o el derrame de Codelco de febrero de 2016 en Los Andes); y concretando alianzas estratégicas con entidades como Greenpeace, TERRAM y otras.

Desde que comenzara a funcionar Relaves.org, comenzaron a sumarse diversos profesionales y voluntarios para su funcionamiento. En efecto, hoy arquitectos, abogados, periodistas, publicistas, cientistas políticos, ingenieros y académicos, trabajan para informarse e informar sobre los relaves abandonados, de los cuales nadie se hace cargo y son una de las problemáticas socioambientales más importantes de nuestro país.

“Es un tema tabú”, asegura Jurgens. Y es cierto en el amplio sentido de la palabra. Entre 2003 y 2005, funcionarios del Sernageomin recorrieron Chile tomando fotos de las faenas, analizando muestras de agua, midiendo piques y revisando la ubicación y las condiciones de los tranques de relaves. El 2007, se editó el resultado de ese trabajo bajo el nombre de “Catastro de faenas mineras abandonadas o paralizadas y análisis preliminar de riesgo”.

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Se identificaron más de 200 faenas mineras abandonadas o paralizadas. En más del 90% de las regiones visitadas se concluyó que existían faenas que representaban “riesgos graves para la salud de las personas, para el medio ambiente y la infraestructura”. Pero la información sistematizada en el Catastro nunca se hizo pública.

Hasta que, tras una larga investigación y reportaje de la periodista Carola Fuentes el año 2010, finalmente pudo ver la luz. Según CIPER, entidad que ha publicado de manera detallada las faenas mineras abandonadas o paralizadas más peligrosas y las amenazas asociadas a ellas, existen tres grandes peligros: sustancias tóxicas almacenadas de manera insegura que son fuente de contaminación del agua o que pueden ser arrastradas por el viento; piques abiertos que implican enormes peligros para la seguridad de las personas; tranques de relaves en mal estado, lo cual es gravísimo en un país sísmico como Chile, según se consigna en el propio Catastro.

Por lo mismo, es importantísimo que todos los ciudadanos de Chile conozcan, entienda y sean conscientes sobre este tema. Y no sólo eso: que el Estado y la empresa privada se hagan cargo de sus desechos, a través de una correcta LEY PAM (de Pasivos Ambientales Mineros).

“Entendemos que somos un país minero y que siempre existirán los relaves. Pero no por ello éstos deben quedar abandonados, contaminar sin responsables y ser un riesgo para la población y el medio ambiente. Por tanto, queremos eliminar las asimetrías de información que existen entre la ciudadanía y los responsables de los relaves en Chile, que exista una normativa que nos proteja como ciudadanos, que el estado se haga responsable de los relaves que se encuentran abandonados y que se promueva su mitigación”, finalizan desde la organización.

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Obra: “En el Sauce” Artista: Yan Schkolnik / Calendario Relaves / Fotografía tomada en Relave abandonado de Til Til

FUENTES:

  • Informe Especial de TVN “Relaves Mineros: La amenaza del arsénico”
  • Ciperchile.cl
  • Sitio de Fundación Relaves www.relaves.org